París refuerza medidas de seguridad para final de Champions
PARÍS (AP) — Mientras el París Saint-Germain busca convertirse apenas en el segundo club francés en coronarse dentro de la Liga de Campeones, unos 3.000 policías serán emplazados en los Campos Elíseos y en las inmediaciones del estadio del equipo este domingo.
El objetivo es impedir que las posibles celebraciones multitudinarias se salgan de control en medio de la pandemia de coronavirus.
Gérald Darmanin, ministro francés del Interior, anunció el sábado los planes de seguridad. A fin de impulsar las medidas preventivas, se distribuirán 2.000 mascarillas para los aficionados que lleguen sin éstas.
Quienes se nieguen a utilizarlas serán multados.
En un intento por reducir el número de participantes, se cerrarán 17 estaciones del tren subterráneos, así como tres puntos de ingreso por tierra a París. Trescientos miembros de la brigada de bomberos apoyarán a la policía parisiense.
“No sólo buscaremos que las cosas salgan lo mejor posible en términos de seguridad pública, sino evidentemente que se garantice el uso de mascarillas”, dijo Darmanin.
El PSG se mide con el Bayern Múnich de Alemania, cinco veces campeón de Europa. El duelo se realizará en Lisboa, pero se espera que numerosas personas sigan el partido en bares y cafés de París.
En momentos en que se incrementan los casos de COVID-19, las autoridades buscan evitar escenas como las apreciadas el martes, cuando aficionados jubilosos festejaron el que su club hubiera llegado a la final de este torneo, por primera vez en el medio siglo de historia del PSG.
Miles de personas asistieron a los famosos Campos Elíseos, algunas en motonetas o trepadas en los toldos de automóviles. La noche se iluminó con bengalas, mientras los seguidores del equipo bailaban y cantaban.
Muchos festejaron sin usar mascarillas y sin guardar las normas de distanciamiento social.
La policía arrestó a 36 personas después de que la celebración al pie del Arco del Triunfo degeneró en algunos hechos dispersos de violencia. Hubo destrozos en las ventanas de algunos comercios.
Surgieron críticas a las autoridades por no prever la situación y por desplegar apenas una docena de vehículos.