Brasil: suben 6% los asesinatos en el primer semestre
RIO DE JANEIRO (AP) — Los asesinatos crecieron 6% en Brasil en el primer semestre del año a pesar de que muchos estados pasaron por medidas de aislamiento debido a la pandemia del nuevo coronavirus, según un informe del Monitor de la Violencia publicado el viernes.
El mayor país de Latinoamérica registró 22.680 homicidios entre enero y junio de acuerdo con el relevamiento del Monitor, una sociedad entre el sitio periodístico G1, la universidad de São Paulo y una ONG que reúne datos de los 26 estados y del distrito federal, Brasilia.
La cifra interrumpe una tendencia de disminución de la violencia que se había registrado en el mismo periodo en los dos años anteriores. En 2019 hubo 21.357 homicidios, 1323 menos muertes. El informe no incluye las muertes a manos de la policía, que en algunos estados como Río de Janeiro y Sao Paulo han mostrado tendencias alcistas.
La violencia es un problema acuciante en Brasil, país que ostentaba en 2019 la segunda mayor tasa de homicidios de América del Sur sólo detrás de Venezuela, según un informe de la ONU. El presidente brasileño Jair Bolsonaro capitalizó la cuestión de la violencia como uno de los ejes de campaña que lo catapultó a la Presidencia en 2018. Con un discurso de “tolerancia cero”, Bolsonaro ha defendido mayor inmunidad para policías que maten por error a delincuentes y ha promovido la liberación de armas entre la población civil como mecanismo de autodefensa. Luiz Fábio Paiva, investigador del Laboratorio de Estudios de la Volencia de la Universidad Federal de Ceará (UFC), dijo que los crímenes se incrementaron esencialmente debido al recrudecimiento de la violencia entre grupos criminales, en un contexto de falta de un proyecto nacional de seguridad pública para detener el delito.
“Vivimos una situación caótica, con organizaciones criminales haciendo su trabajo. El gobierno federal no contribuyó con ningún proyecto y, para empeorar, creó facilidades para el crimen al desmantelar políticas de control de armas”, dijo Paiva.
El ministerio de Justicia y Seguridad Pública no respondió inmediatamente a The Associated Press un pedido de comentario sobre las cifras.
La región que más empujó el alza en el primer semestre fue el nordeste, con 22,4% más homicidios que en 2019. El estado de Ceará, en esa región, tuvo un pico de violencia en febrero, cuando hubo un motín de policías que reclamaban mejoras salariales. En los primeros seis meses ese estado tuvo una suba de 102% en los asesinatos. El investigador de la UFC citó como factores que empujaron la suba de asesinatos en Ceará una disminución de la políticas asistenciales, el fin de un periodo corto de convivencia menos conflictiva entre organizaciones criminales que disputan áreas de control de venta de drogas y tráfico de armas, así como la pandemia de COVID-19.
Varios estados de Brasil, uno de los países más afectados por el nuevo coronavirus con más de 112.000 fallecidos y 3.500.000 infectados, comenzaron a aplicar en marzo medidas de aislamiento social y restricción de comercios. En abril, mayo y junio, cuando en casi todos existía alguna medida restrictiva provocando menor circulación en las calles, los asesinatos continuaron creciendo.
Paiva dijo que en Ceará los grupos aprovecharon las condiciones que trajo la pandemia. "Con el aislamiento social, tuvieron más espacio para trabajar, en condiciones de menos resistencia debido a menos operaciones. Todo el estado sacó el foco sobre ellos, ayudando en la reproducción del crimen.