Reseña: “Ivan”, una parábola sobre derechos de los animales
“The One and Only Ivan” (“El magnífico Iván”) de Disney, una adaptación dulce pero somnolienta del libro infantil de Katherine Applegate de 2012, es una película con animales que hablan que se toma las vidas de sus personajes mucho más en serio que, digamos, “Beverly Hills Chihuahua” (“Una Chihuahua de Beverly Hills”).
Dirigida por Thea Sharrock (“Me Before You”, o “Yo antes de ti”) con un guion con la sensibilidad característica de Mike White (“School of Rock”, o “Escuela de rock”, y “Enlightened”, o “Iluminada”), la cinta al principio parece ser una historia habitual de animales mordaces hechos por computadora. Ivan (cuya voz hace Sam Rockwell) es un gorila espalda plateada de 180 kilos (400 libras) que vive en una esquina del Big Top Mall, un centro comercial con un circo en problemas al lado. (Dado que los multicines también están conectados a centros comerciales, “The One and Only Ivan” — que se estrena el viernes en Disney+ — podría servir como una metáfora no intencional de la verdadera extinción de los cines físicos).
El dueño del circo es Mack (Bryan Cranston), un pequeño empresario cada vez más desesperado — que parece más un voceador de circo que a un zoólogo — porque su espectáculo ya no atrae masas como antes. Iván es su artista estelar; termina cada actuación con un fuerte rugido y dándose unos golpes en el pecho. Mack decide que necesita una nueva atracción y encuentra a una bebé elefante llamada Ruby (Brooklynn Prince) que es criada por la vieja elefanta del circo, Stella (Angelina Jolie, quien también es productora).
“The One and Only Ivan” al principio parece comprometida a descifrar si Mack puede darle un giro a su negocio, Pero cambia para adentrarse profundamente en la vida interior de los animales bajo su cuidado. Sus jaulas no parecen opresivas; un perro callejero llamado Bob (Danny DeVito) le hace compañía a Iván. Pero Sharrock pinta su vida confinada con una sombra claustrofóbica. El mundo exterior se siente lejano. Y al aprender a pintar, Iván crea un bosque de ensueño.
Mack está lejos de ser un Joe Exotic, pero comenzamos a preguntarnos si el Big Top Mall es un buen lugar para Iván y el resto de los animales. La cinta, al igual que el libro, está inspirada en una historia real sobre un gorila llamado Iván que fue capturado cuando era bebé en el Congo, criado por una familia en Estados Unidos y exhibido en una pequeña celda de concreto en un centro comercial de Tacoma, Washington, durante 27 años, antes de que la indignación (promovida en parte por un documental de National Geographic) llevara a su traslado a un zoológico.
La historia real de Iván es más interesante aun cuando es probablemente demasiado desalentadora y vergonzosa para una película de Disney. Al mismo tiempo, es algo torpe relacionar una historia sobre los derechos de los animales con chistes sobre flatulencias y un elenco de voces de celebridades (que incluye a Helen Mirren como el french poodle Snickers y a Chaka Khan como una gallina llamada Henrietta).
Pero “The One and Only Ivan” transmite una tristeza poco común que apela a la pregunta ¿a dónde podrían ir estos animales? Ellos traman una huida al bosque al otro lado de la calle, pero se encuentran con que es sólo una pequeña área verde rodeada de edificios. Hay que reconocer a “The One and Only Ivan” por tratar de unir “Dumbo” con “Blackfish.”
“The One and Only Ivan”, un estreno de Walt Disney Co., tiene una clasificación PG (que sugiere cierta orientación de los padres) de la Asociación Cinematográfica de Estados Unidos (MPAA, según sus siglas en inglés) por algunos temas ligeramente fuertes de la película. Duración: 90 minutos. Dos estrellas y media de cuatro.
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Jake Coyle está en Twitter como http://twitter.com/jakecoyleAP.