AP Fotos: La pandemia trastorna los ritos de la fe
En Londres y sus alrededores hay una notable diversidad de religiones y feligreses. Los ritos que han sido la base de sus creencias durante siglos han debido evolucionar rápidamente durante las cuarentenas por la pandemia del coronavirus, para que los fieles puedan observarlos con seguridad en medio de la incertidumbre global.
En la aldea de Northchurch, en el condado de Hertfordshire, los anglicanos normalmente rezan en la iglesia de Santa María, que tiene más de 1.000 años, pero el 24 de marzo la Iglesia Anglicana cerró todos sus edificios y el canónigo Jonathan Gordon empezó a grabar y transmitir el oficio semanal por medio de su teléfono celular con ayuda de su esposa Rachel.
“Fue un reto inmediato y enorme”, dijo el reverendo Gordon. “Tuvimos que repensar la manera de hacer todo”.
En Neasden, un suburbio al noroeste de Londres, un magnífico templo hindú construido de acuerdo con textos arquitectónicos Veda, recibe normalmente miles de visitantes por día. Ahora el BAPS Shri Swaminarayan Mandir recibe unos cuantos devotos que reservan turno en línea y acuden con mascarillas.
Pantallas táctiles con imágenes de deidades hindúes permiten realizar donaciones sin contacto. Después, empleados con vestimenta protectora de cuerpo entero echan aerosol sobre todas las superficies.
Recientemente, en una casa del suburbio de Hemel Hempstead, tres mujeres de la familia Patel —vestidas con sus mejores saris— miraban atentamente su pantalla de video donde hablaban swamis y gurús. “Nos habríamos vestido así para ir al templo, por eso nos pareció lo adecuado para la ocasión”, dijo Hemali Patel.
Los oficios virtuales representan un reto especial para los judíos ortodoxos, cuya religión les prohíbe usar aparatos electrónicos en el sabat, el día de reposo. El rabino Mordejai Chalk transmite los oficios por video desde su casa los viernes antes del atardecer, poco antes del inicio del sabat.
“Lejaim” (a la vida), dijo vía a Zoom a su congregación. Sus chicos, ya en pijamas, aparecieron brevemente en la imagen hasta que su madre, Shira Chalk, se los llevó a la cama.
En Cheltern Hills, al noroeste de Londres, el monasterio budista Amvrati decidió cerrar sus puertas para proteger la vida comunitaria de sus monjes de túnicas color azafrán.
El vocero Ajahn Dhammanando dijo que la reapertura del templo una vez que el Reino Unido levante la cuarentena se realizará con la máxima cautela y en principio sólo para ceremonias como los oficios fúnebres.
En la Mezquita Central de Cambridge, el imán Ali Tos ha encontrado solaz en la lenta reapertura y el papel esencial del templo en la vida de sus feligreses. Cada uno debe llevar su tapete de oración y colocarlo a metro y medio de los vecinos. Se registran los nombres y números telefónicos de los asistentes para el caso de que sea necesario el rastreo de contactos.