Fernández: Argentina está en el peor momento de la pandemia
BUENOS AIRES (AP) — El presidente argentino Alberto Fernández afirmó el martes que su país está en el “peor momento” de la pandemia del nuevo coronavirus debido al incremento de los contagios y no descartó la posibilidad de endurecer la cuarentena.
En declaraciones a la emisora radial Futurock, Fernández se manifestó preocupado por el aumento del número de infectados, lo que atribuyó a que la población se “relajó equivocadamente” y no cumplió las medidas de aislamiento.
“El botón rojo siempre está a mano porque la conservación de la salud es lo más importante”, señaló el mandatario sobre la posibilidad de endurecer la cuarentena vigente desde el 20 de marzo y que es más severa en Buenos Aires y unas treinta localidades de los alrededores por agrupar más del 90% de los casos de COVID-19.
Sobre la ocupación de camas de terapia intensiva en esa zona, el mandatario señaló que “todavía está controlada” pero apeló a la sensatez de la población para no fomentar los contactos interpersonales.
En respuesta a algunos sectores de la oposición que reclaman mayores aperturas acotó que “no está en discusión la libertad de la gente, pero la primera condición para ser libres es estar vivos”.
El Ministerio de Salud informó el martes que desde que la pandemia impactó en marzo, los infectados son más de 250.000 y los fallecidos 4.785.
La secretaria de Acceso a la Salud, Carla Vizzotti, señaló que aunque en la capital existe la impresión de que “la curva (de contagios) se esté estabilizado” el número de “nuevos casos es alto” y “la situación no es buena”, mientras que la provincia de Buenos Aires -la más poblada del país- registra un incremento relevante del número de infectados.
La ocupación de camas de cuidados intensivos, más allá de la dolencia que explique la internación del paciente, promedia 57,3% a nivel nacional, mientras que en Buenos Aires y las localidades de alrededor llega a 67,4%.
Pese al incremento de los contagios y muertos, Argentina está en una situación más favorable que otros países de la región como Brasil, Chile, Perú y México.
El 3 de agosto comenzó a regir una una nueva extensión de la cuarentena por dos semanas sin modificaciones respecto a la fase anterior debido a que se detectó un incremento de los contagios y las muertes por el nuevo coronavirus.
De esa forma el gobierno dio marcha atrás con la flexibilización escalonada de las medidas de aislamiento que había previsto con anterioridad.
La cuarentena ha generado una caída abrupta de la economía y un creciente malhumor que han determinado que comerciantes de algunos sectores abran sus negocios pese a que no están habilitados y que los ciudadanos tengan crecientes contactos sociales.