Superávit ofensivo en la burbuja de la NBA
LAKE BUENA VISTA, Florida, EE.UU. (AP) — La última vez que se jugaron cinco o más partidos de la NBA en un mismo día, con cada equipo anotando al menos 110 puntos, fue hace más de 32 años.
Hasta que llegó la jornada inaugural de la burbuja de la liga en medio de la pandemia — y es algo que se ha producido dos veces.
Las cifras de anotación están por las nubes dentro de la burbuja de la NBA, donde la reanudación de la temporada se lleva a cabo en Walt Disney World. Al promediar el fin de semana, 17 de los 22 equipos en el complejo a puertas cerradas excedían sus promedios de anotación antes que la temporada fue suspendida debido al COVID-19.
En promedio, los partidos han registrado más de nueve puntos a lo que la había sido la norma esta temporada. La cantidad de triples en cada duelo — que apuntaba hacia un récord cuando la campaña se suspendió — también está al alza. Y T.J. Warren, un jugador de Indiana que ni siquiera figuraba dentro de los primeros 50 en anotación, cuando la pandemia paralizó todo, lidera la burbuja en puntos por partido, promediando 34.4, casi duplicando su cifra de la temporada regular.
“T.J. Warren está ahora mismo en otro planeta”, dijo el escolta de los Pacers Victor Oladipo.
No está en soledad. Parece ser que la burbuja ha sido una bendición para casi todos.
En una jornada de seis partidos el 21 de febrero de 1998, todos los equipos anotaron al menos 110 puntos. Eso no se repitió, en una fecha de cinco o más partidos, en la NBA hasta el 31 de julio — el segundo día de la actividad en la burbuja. Volvió a ocurrir el sábado pasado.
El entrenador de Dallas Rick Carlisle señaló que existen múltiples motivos que expliquen el incremento ofensivo, pero más que nada en su lista es que la NBA ha fomentado un entorno en el que los jugadores están a sus anchas.
“Veníamos de una situación en nuestras casas, donde los jugadores estaban limitados a entrenamientos individuales, con apenas un entrenador que tenía mascarillas y guantes de hule”, dijo Carlisle. “Entrabas a la instalación y tenías que limpiarte las zapatillas. Tenías que llenar el formulario, hacerte tomar la temperatura, tantas cosas, y todo eso antes de empezar las pruebas a fondo. Hay mucho de por medio en esto”.
Y está rindiendo dividendos.
Quizás esto se esperaba, inclusive con equipos que pasaron cuatro meses y medio sin jugar un partido de verdad durante el parón. En la burbuja no hay que lidiar con aficionados hostiles que le gritan a un jugador en la cara o que distraen a los tiradores. Nadie viene cansado de un largo vuelo la noche anterior. Y las condiciones dentro de las tres canchas en Disney — desde la iluminación hasta la temperatura — son casi que idénticas.
“No es que estás viajando de Milwaukee a Filadelfia y a Miami, para volver a Milwaukee, o algo así. Es casi lo mismo”, dijo Brook López de los Bucks.
Apenas cinco equipos — Nueva Orleáns, Toronto, Washington, Oklahoma City y los Lakers de Los Ángeles Lakers — iniciaron la jornada del domingo con promedios de anotación en la burbuja que eran inferiores antes del desembarco en Disney.
“Es una dinámica extraña”, dijo el astro de los Lakers LeBron James. “No había jugado en un gimnasio vacío en muchísimo tiempo. Tanto tiempo desde que nadie me veía jugar. Sólo trato de encontrar el ritmo y concentrarme”.