Duras críticas al gobierno por cierre de escuelas en Bolivia
LA PAZ (AP) — El gobierno de Jeanine Áñez afronta una andanada de críticas tras anunciar el cierre del año escolar en Bolivia debido a la pandemia, en una coyuntura complicada por las protestas de sindicatos que rechazan la postergación de las elecciones presidenciales.
“Ha sido una decisión difícil pero la única razón ha sido la salud de los niños, jóvenes y sus familias”, dijo la mandataria el domingo en la noche en un mensaje por televisión en el que prometió aplicar “nuevos modos” para continuar la enseñanza.
En tanto, las protestas parecían recobrar vigor con cortes de rutas protagonizados por seguidores del expresidente Evo Morales que rechazan el aplazamiento de los comicios para el 18 de octubre.
“Ningún gobierno actúa con tanta irresponsabilidad como el de Bolivia que clausura el año escolar abandonando a estudiantes, padres y maestros”, escribió Morales por Twitter desde su exilio en Argentina.
En la carretera entre La Paz y la vecina ciudad de El Alto, varias personas bloquearon esta vía. En el lugar los protestantes incluso llevaban cubrebocas de tela en los que se leían leyendas como: “Elecciones, ya!; ”Bolivia se respeta", entre otras. Poco después, la policía desbloqueó la vía entre las dos ciudades y en el operativo dos efectivos quedaron heridos, informó la fuerza del orden a la televisora Unitel.
“Son bloqueos esporádicos. Están bloqueando la vida, no dejan pasar oxigeno, ambulancias. Pido por favor velar por la vida” dijo el ministro de Defensa, Fernando López, a una televisora local.
En tanto, la Organización de Naciones Unidas en Bolivia exhortó al Estado a revisar la decisión de la clausura del año escolar y extremar los esfuerzos para garantizar la continuidad de la educación en condiciones de igualdad.
“En una emergencia como la que estamos viviendo, la educación es el paraguas de protección de la niñez y adolescencia para que sus otros derechos no sean incumplidos. Es importante dar continuidad al aprendizaje desde casa", señala el organismo en un comunicado.
Un dirigente de los maestros públicos dijo que Áñez eligió “el camino más fácil”, mientras la Asociación de Escuelas y Colegios Privados pidió al gobierno pagar el salario de 35.000 maestros ante el rechazo de los padres de familia de cancelar las mensualidades desde marzo, cuando comenzó la emergencia sanitaria.
El gobierno justificó la clausura al no poder garantizar una educación universal y gratuita debido a que internet no llega a las zonas rurales. Varios países del continente no han reabierto aún las escuelas por el alza de los contagios del nuevo coronavirus.
La medida afecta a tres millones de estudiantes de los niveles primario y secundario.
La popularidad de la presidenta interina, quien también es candidata, ha ido en picada por escándalos de corrupción y una débil gestión de la pandemia que sorprendió al país con un frágil sistema de salud. Las encuestas de intención de voto la ubican en tercer lugar debajo del exministro de Economía Luis Arce, quien va por el partido de Morales. El exmandatario Carlos Mesa marcha segundo por una alianza de centro.
Bolivia registraba hasta el lunes 80.153 casos de COVID-19 y 3.153 decesos. Ya no hay camas disponibles en los hospitales, los laboratorios de diagnóstico están saturados y el sistema funerario está en déficit por la alta demanda.
“Agosto será demasiado peligroso y problemático” por el ascenso de contagios, reconoció el Director Estatal de Epidemiología, Virgilio Prieto.
Áñez retomó sus funciones la semana pasada tras vencer al virus. La mitad de sus ministros están contagiados.
La conflictividad social podría elevarse tras el llamado a protestar de la Central Obrera Boliviana. El gobierno advirtió que las manifestaciones acelerarán los contagios.