Ante brusco aumento del delito, Trump ataca a Biden
El presidente Donald Trump está pintando un cuadro desolador de lo que sería Estados Unidos bajo la presidencia de Joe Biden, afirmando que la delincuencia y el caos se apoderarán de las poblaciones si el ex vicepresidente gana la elección en noviembre.
Lo que Trump no menciona es que la oleada reciente de crímenes violentos en varias ciudades estadounidenses se produce durante su mandato.
“La ironía está muy abajo en la lista de las cosas que preocupan a Trump”, dijo el politólogo Robert Spitzer, investigador de las medidas armamentistas y la presidencia. “Vuelve a las viejas tácticas: explotar los miedos de los estadounidenses y asociar esos miedos con el Partido Demócrata, en particular con Joe Biden”.
El intento de Trump de retratar a Biden bajo esa luz sigue un patrón habitual durante su presidencia, de tratar de echarle la culpa a otros, con frecuencia al expresidente Barack Obama quien dejó el cargo hace más de tres años.
Con ecos de la campaña de Richard Nixon en 1968 —cuando las calles de Estados Unidos se estremecían con las protestas raciales y el candidato republicano prometía reprimirlas y restaurar el orden, en publicidad dirigida al votante blanco— Trump trata de inyectar entusiasmo en su base conservadora a la vez que apela a un pequeño sector de indecisos con la pregunta: ¿cuál de los candidatos les dará seguridad?
Al poner todo el énfasis en ciertas escenas de violencia, Trump apuesta a la continuidad del malestar. Pero las protestas podrían amainar. El crimen violento en Estados Unidos sigue una curva descendiente desde hace casi tres décadas.
Lanae Erickson, vicepresidente senior para medidas sociales y políticas del instituto de investigaciones Third Way, de tendencia izquierdista, dice que el intento de aplicar las tácticas de 1968 es bastante raro, ya que a diferencia de Nixon, Trump está en la Casa Blanca.
“Trump es el presidente, por eso las cosas malas que suceden son culpa de él”, dijo Erickson, “No sé cómo puede convencer a los votantes que son culpa de Joe Biden”.
Trump ha tratado a presentar a Biden como un cautivo de los sectores más izquierdistas de su partido, que han reclamado reformas drásticas del accionar policial.
Su campaña tiene una publicidad en la que una mujer llama a la policía para pedir ayuda cuando un intruso entra en su casa, y una voz grabada le responde que, debido a que se le han retirado los fondos a la policía, nadie está disponible para recibir su denuncia.
En un tuit reciente, el presidente republicano advirtió a las “amas de casa suburbanas de Estados Unidos” que “Biden destruirá sus vecindarios y su sueño americano”.
“Con Biden, nuestro país estaría perdido”, dijo Trump a la prensa el miércoles,
Chicago, Los Ángeles, Filadelfia y Nueva York han presenciado picos de criminalidad este año. Trump ha enviado agentes federales o anunciado planes de enviarlos a Albuquerque, Nuevo México, Chicago, y Kansas City, Missouri, para enfrentar el malestar. Ha enviado agentes a Portland, Oregon, para reprimir las protestas alrededor del tribunal federal.
El presidente ha dicho reiteradamente que las ciudades afectadas por el aumento de la delincuencia son gobernadas por demócratas y que Biden, al menos implícitamente, condonaría la violencia irrestricta.
La semana pasada, Trump dijo que le gustaría inundar Chicago, que ha registrado un aumento de 51% de los homicidios y de 47% de los tiroteos con respecto al año pasado, con “50.000 a 75.000 personas” y “resolverlo de manera increíble”.
Pero Trump dijo que no lo haría debido a la falta de cooperación del gobierno municipal.
La alcaldesa Lori Lightfoot dijo que Trump, a pesar de sus baladronadas, ha demostrado escaso interés en resolver una de las causas centrales de la violencia en la ciudad: alrededor del 60% de las armas incautadas en delitos cometidos en Chicago provienen de afuera del estado de Illinois.
“Necesitamos que usted, el presidente, cumpla un papel de líder en la aprobación de leyes de armas significativas y sensatas, cosa que hasta ahora usted se ha negado a hacer”, escribió la demócrata Lightfoot a Trump la semana pasada.
Trump centra sus intentos de demostrar la supuesta flojedad de Biden en materia delictiva en la idea infundada de que el ex vicepresidente quiere retirarle fondos a la policía.
En una entrevista con “Fox News Sunday”, Trump citó incorrectamente una carta firmada por Biden y el senador Bernie Sanders en el marco de la Fuerza de Tareas Unitaria, un intento de encontrar terreno común entre los demócratas moderados que respaldan a Biden y los más izquierdistas que apoyan a Sanders.
Pero las recomendaciones del grupo no mencionan los fondos de la policía. Ante una pregunta del entrevistador Chris Wallace, Trump no pudo encontrar una frase para respaldar su afirmación.
Con todo, el vocero de la campaña de Trump, Hogan Gidley, insistió en eso en una llamada a activistas de base para actualizar la estrategia.
Biden “ha mantenido un silencio consecuente en medio de poblaciones que caen en la anarquía”, dijo Gidley. “Cada vez que sale del pozo donde se oculta, dice que vamos a retirarle los fondos a la policía”.
Peter Scharf, un criminólogo que ha asesorado a la policía de Nueva Orleans en sus intentos de reforma, dijo que la posición de Biden en la materia es compleja y Trump tratará de sembrar confusión.
Es crucial que Biden sea más proactivo para explicar su visión de la policía moderna para impedir que los ataques de Trump lo afecten en el electorado, dijo Scharf.
“Si no es proactivo, Trump podría transformarlo en su talón de Aquiles”.