Piñera permitirá que chilenos retiren fondos de pensiones
SANTIAGO, Chile (AP) — El presidente Sebastián Piñera promulgará el viernes un proyecto opositor que permitirá a los chilenos retirar el 10% de sus ahorros de pensiones, tras sufrir el jueves una contundente derrota política en el Congreso que, con votos oficialistas, aprobó la iniciativa.
El mandatario podía vetar o enviar al Tribunal Constitucional la iniciativa de la centroizquierda, pero arriesgaba un amplio rechazo entre la mayoría de los chilenos que esperan retirar parte de sus ahorros para la vejez para enfrentar la crisis económica derivada de la pandemia.
“La decisión obedece a su intención y voluntad, dada la difícil situación económica y social que viven muchas familias y compatriotas, de facilitar y agilizar el retiro por parte de las personas habilitadas”, informó un comunicado de la presidencia emitido pocas de su aprobación en el Congreso.
El proyecto opositor, que contó con votos oficialistas, fue respaldado por los 2/3 de los senadores y diputados. En el último trámite legislativo, la Cámara de Diputados aprobó el jueves por 116 votos a favor, 28 en contra y una abstención, algunas modificaciones introducidas la víspera por los legisladores.
Los grandes empresarios también rechazaron desde el comienzo el proyecto porque, afirman, afectará el ahorro nacional, bajará el valor de los activos y las pensiones solidarias verán una merma de unos 25 dólares en sus montos, que bordean los 210 dólares mensuales.
Los efectos de prolongadas cuarentenas contrajeron la economía hasta -15,3% en mayo y el desempleo creció cuatro puntos porcentuales entre marzo y mayo, hasta un 11,2%, afectando a más de un millón de personas y a otras 700.000 que tienen suspendidos sus contratos de trabajo, especialmente en amplios sectores de la clase media, que vieron disminuir o desaparecer sus ingresos.
Encuestas señalan que más del 80% de los consultados esperan que el proyecto se convierta en ley para retirar sus fondos. Se estima que unos 11 millones de chilenos pueden retirar parte de sus ahorros depositados en las Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP), que acumulan 200.000 millones de dólares.
Tras la promulgación por Piñera, el proyecto cumplirá algunos pasos burocráticos y luego de su próxima publicación en la gaceta oficial se convertirá en ley, momento en que los chilenos podrán echar mano de parte de sus ahorros.
La iniciativa establece que se puede retirar un máximo de 5.200 dólares, y se estima que varios millones de personas sacarán todos sus ahorros, que son escasos. Se calcula que más del 60% de los cotizantes no tienen más de 19.000 dólares en sus cuentas y, si se jubilaran ahora, tendrían montos muy bajos.
El gobierno ha favorecido con varios subsidios a los sectores más vulnerables, pero a cuatro meses del inicio de la pandemia y sus desastrosos efectos, la clase media, constituida por más del 60% de los 18 millones de chilenos, no han recibido suficiente apoyo.
La oposición rechazó un paquete de ayuda anunciado por Piñera para una parte de la clase media, que incluye una transferencia directa de 600 dólares y prestamos sin intereses, porque considera que incrementará sus deudas, e impulsó el proyecto de retiro de fondos de las privadas Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP), que desde el comienzo contó con un enorme respaldo popular.
El apoyo de diputados y senadores del gobierno a la iniciativa opositora desató una crisis en el oficialismo y sumió en una crisis a la gestión de Piñera, que ha visto a sus seguidores recriminarse entre ellos por el avance de la normativa pese a los enormes esfuerzos para frenarla.
Las AFP, que deberán liquidar parte de sus portafolios en el mercado local o en el extranjero para tener la liquidez necesaria para entregar los dineros a quienes lo pidan, dijeron que podrán en práctica un proceso “simple y ágil”, para cumplir con la ley cuando sea promulgada.
El sistema de capitalización individual de los fondos de pensiones fue impuesto en 1981 por la dictadura del general Augusto Pinochet, (1973-1990), que prometió que los jubilados recibirían entre un 70% y un 80% del valor de su último sueldo, lo que jamás ocurrió.