Ucrania: Hombre armado se entrega y rehenes son liberados
LUTSK, Ucrania (AP) — Un hombre armado “inestable” que tomó como rehenes a más de una decena de personas a bordo de un autobús en la ciudad de Lutsk, en el occidente de Ucrania, fue detenido el martes por la noche luego de un impasse que duró más de 12 horas, informaron las autoridades. Todos los rehenes fueron liberados ilesos.
Luego de negociaciones con el jefe de la policía nacional, Yevhen Koval, el hombre liberó a tres rehenes, incluida una mujer embarazada. Koval también dio agua a los rehenes. En un momento, el agresor accionó su arma y la bala pasó cerca de Koval.
Poco después, el presidente ucraniano Volodymyr Zelenskiy publicó un breve video en su cuenta de Facebook para exhortar a los ucranianos a ver una película, tal como el agresor había pedido.
Minutos después, el agresor se entregó a la policía y las autoridades dijeron que los 13 rehenes fueron liberados.
Ante reporteros luego de que terminó el drama, el ministro del Interior de Ucrania, Arsen Avakov, dijo que el agresor era un “hombre inestable que inventó su propio mundo”.
La policía acordonó el centro de Lutsk, ubicada a 400 kilómetros (250 millas) al oeste de la capital Kiev, luego de que el agresor, quien de acuerdo con la policía estaba armado y llevaba explosivos, tomó control del autobús. En un punto, el hombre lanzó explosivos por una ventana del vehículo, pero nadie resultó herido. También disparó varias veces contra un dron de la policía.
El hombre llamó a la policía a las 9:25 de la mañana (0625 GMT) después de tomar el control del vehículo y se presentó como Maksim Plokhoy, dijo en Facebook Anton Gerashchenko, viceministro del Interior.
De acuerdo con Gerashchenko, la policía identificó al hombre como Maksim Krivosh, un ucraniano de 44 años nacido en Rusia. Krivosh había sido declarado culpable dos veces por una amplia gama de cargos como robo, fraude, manejo ilegal de armas, y pasó un total de 10 años tras las rejas.
De acuerdo con reportes, Krivosh trató de contactar a periodistas a través de los rehenes y sus teléfonos, exigiendo que difundieran sus exigencias y llevaran más reporteros a la escena.