Piñera arriesga derrota en el Senado por pensiones en Chile
SANTIAGO, Chile (AP) — El presidente Sebastián Piñera está sumido en una crisis política que podría agravarse con la aprobación, con votos de senadores oficialistas, de un proyecto opositor que busca entregar a los chilenos el 10% de sus ahorros previsionales para aliviar los efectos económicos de la pandemia.
Piñera y el empresariado rechazan con fuerza el proyecto y alegan que, de concretarse, bajaría más aún el monto de las reducidas pensiones entregadas por las privadas Administradoras de Fondos de Pensiones, que manejan 200.000 millones de dólares de las futuras jubilaciones.
En Chile, como en el resto del mundo, los efectos de las medidas restrictivas para frenar la expansión del nuevo virus han golpeado a millones de personas que perdieron sus empleos y parte o todos sus ingresos. Los más desfavorecidos han recibido varios subsidios del Estado, pero la clase media sigue esperando apoyo.
Piñera mejoró con una transferencia directa de 600 dólares un paquete de ayuda a este empobrecido sector, pero no convenció de las bondades del aporte a 13 de sus diputados, que hace una semana dieron a la centroizquierda los votos indispensables para aprobar el proyecto en la Cámara de Diputados. Es probable que la situación se repita el miércoles en el Senado porque varios legisladores anticiparon su apoyo a la iniciativa.
La oposición rechaza la ayuda para los sectores medios, que además del bono incluye préstamos sin intereses, porque estiman que aumentarán las deudas del sector. Un sector oficialista se sumó a los reparos.
La conservadora Unión Demócrata Independiente (UDI) busca “las máximas sanciones” para los cinco diputados que se han “automarginado”, lo que no disuadió a tres de sus senadores que anticiparon que el miércoles aprobarán la iniciativa, mientras la centroderechista Renovación Nacional, (RN), consideró exagerada la medida autoritaria de la UDI.
Las últimas dos semanas las recriminaciones entre la UDI y RN por las votaciones de sus militantes resquebrajaron sus relaciones, mientras Hernán Larraín Matte, presidente de Evolución Política (EVOPOLI) el tercer partido de la alianza oficialista, renunció a su cargo.
“En este momento somos una coalición de gobierno sin coordinación, ni diálogo, ni confianzas. Esto no puede seguir así”, dijo Larraín.
La UDI y RN, que fueron el sostén político de la dictadura de Pinochet, coinciden en sus críticas a los ministros del Interior y de Hacienda, Gonzalo Blumel e Ignacio Briones, respectivamente, que fracasaron en evitar que el proyecto siguiera avanzando en el Congreso.
Briones afirma que con el retiro de hasta unos 20.000 millones de dólares de los fondos de pensiones afecta “la idea misma de seguridad social” y “va a debilitar las pensiones”.
El sistema de capitalización individual de los fondos de pensiones fue impuesto en 1981 por la dictadura del general Augusto Pinochet, (1973-1990), que prometió que los jubilados recibirían entre un 70% y un 80% del valor de su último sueldo, lo que jamás ocurrió.
Los empresarios, por su parte, estiman que los retiros afectarán el ahorro nacional, bajarán el valor de los activos en que están invertidos, que “las pensiones serán aún más bajas”, y “afectará también el empleo”. Uno de los artículos del proyecto de la centroizquierda plantea que en el futuro los fondos retirados sean repuestos por el Estado y los empresarios.