Hackean cuentas de Twitter de Obama, Biden, Gates y otros
Hackers no identificados se apoderaron el miércoles de las cuentas de Twitter de magnates de la tecnología, figuras políticas, celebridades y grandes empresas en un aparente fraude con bitcoins.
La treta incluyó tuits falsos del expresidente estadounidense Barack Obama, del candidato demócrata a la presidencia Joe Biden, del magnate Mike Bloomberg y de varios multimillonarios del sector tecnológico, como el director general de Amazon Jeff Bezos, el cofundador de Microsoft, Bill Gates, y el presidente de Tesla, Elon Musk. Las celebridades Kanye West y su esposa Kim Kardashian también fueron hackeados. Las publicaciones ofrecían enviar 2.000 dólares por cada 1.000 dólares que fueran depositados en una dirección anónima de Bitcoin.
No hay pruebas de que los propietarios de esas cuentas fueron objeto de ataques. En lugar de eso, los ciberataques parecían estar diseñados para atraer a sus seguidores de Twitter para que enviaran dinero a una cuenta anónima de Bitcoin. La campaña de Biden, por ejemplo, dijo que el equipo de integridad de Twitter “bloqueó la cuenta a los pocos minutos del incidente y eliminó el tuit”.
La oficina de Obama no hizo comentarios por el momento. El FBI dijo que estaba al tanto de la violación de seguridad de Twitter, pero rechazó comentar más al respecto.
Los tuits aparentemente falsos fueron borrados poco después, aunque The Associated Press logró tomar capturas de pantalla de varios de ellos antes de que desaparecieran.
En varios tuits, Twitter dijo creer que el incidente era un “ataque coordinado de ingeniería social” contra varios de sus empleados con acceso a sistemas y herramientas internas. Esos empleados fueron utilizados para obtener el control de muchas cuentas conocidas y verificada y tuitear desde ellas.
La compañía dijo haber bloqueado de inmediato las cuentas afectadas y eliminado los tuits publicados por los agresores. También impidió temporalmente que los usuarios verificados pudieran tuitear mientras la firma investigaba el suceso.
Entre los políticos atacados, el hackeo pareció dirigirse mayormente a demócratas o personas de izquierda, provocando comparaciones con la campaña de 2016. Las agencias de inteligencia estadounidenses establecieron que Rusia llevó a cabo labores coordinadas para interferir en las elecciones estadounidenses de ese año a través de la manipulación de las redes sociales y varios hackeos, como atacar las campañas y a organizaciones partidistas.
El hackeo también podría ser una simple demostración de los débiles controles de seguridad de Twitter mientras Estados Unidos se dirige a las elecciones presidenciales de 2020, unos comicios en los que es probable que la red social desempeñe un papel influyente.
La cuenta de Bitcoin mencionada en los tuits falsos al parecer fue creada el miércoles. Al final del día, había recibido casi 12,9 bitcoins, una cantidad actualmente valorada en más de 114.000 dólares. En algún momento del día, casi la mitad de esa suma en bitcoins fue retirada de la cuenta.
Bezos, Gates y Musk se ubican entre las 10 personas más ricas del mundo y cuentan con decenas de millones de seguidores en Twitter. Los tres tienen fortunas por 362.000 millones de dólares en conjunto, de acuerdo con los cálculos más recientes de la revista Forbes.
La misma oferta falsa apareció en la cuenta de Musk, quien tiene un historial de publicar tuits desconcertantes. Tesla no respondió de momento a solicitudes de comentarios.
Gates, que se ha convertido en uno de los principales filántropos del mundo desde que dejó la dirección general de Microsoft, confirmó que él no había publicado el tuit. “Esto parece ser parte de un problema más amplio que Twitter está enfrentando”, dijo un portavoz del multimillonario en un comunicado.
No es la primera vez que los hackers provocan problemas en Twitter. Apenas el año pasado, la cuenta del director general de Twitter Jack Dorsey fue hackeada y utilizada para publicar comentarios racistas y vulgares.
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Los periodistas The Associated Press Bill Barrow en Washington; Matt O’Brien en Providence, Rhode Island; Barbara Ortutay en Oakland, California, y Zen Soo, en Hong Kong, contribuyeron a este despacho.