ONU: Migrantes, culpados por virus, quedan varados en Yemen
EL CAIRO (AP) — Durante el transcurso de la guerra civil en Yemen, los migrantes africanos decididos a llegar a la rica nación petrolera de Arabia Saudí han soportado crueldades indescriptibles — tortura, violación, detención, extorsión — a menudo peligrosamente cerca de las líneas del frente.
Ahora, la pandemia del coronavirus supone otro revés para los vulnerables migrantes atrapados en zona de guerra en Yemen.
Estigmatizados como portadores del COVID-19, más de 14.500 migrantes, en su mayoría etíopes, han sido perseguidos, acorralados y enviados a distintas provincias sin descanso, según reportó el martes la agencia de Naciones Unidas para las migraciones. Siguen varados sin comida, agua ni refugio.
“Durante casi seis años, Yemen ha sido un lugar extremadamente inseguro para ser migrante", dijo Paul Dillon, vocero de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), a reporteros en Ginebra. “El COVID-19 ha empeorado esta situación: los migrantes son los chivos expiatorios como portadores del virus y, como resultado, sufren exclusión y violencia".
El año pasado, más de 138.000 personas desesperadas por encontrar empleo como amas de casa, criados u obreros en Arabia Saudí se embarcaron en la peligrosa travesía desde el Cuerno de África hasta Yemen, según la OIM. Etíopes atraviesan cientos de kilómetros (millas) desde sus aldeas natales a través de países como Yibuti o Somalia, luego cruzan el mar y Yemen. En muchos casos, están a merced de los contrabandistas que pueden encarcelarlos y torturarlos, dejarlos varados en la ruta o venderlos como mano de obra prácticamente esclava.
Pero esta primavera ese tráfico se suspendió a medida que los países cerraban sus fronteras para contener la propagación del coronavirus. Las restricciones al movimiento redujeron la llegada de migrantes a Yemen en un 90%, señaló la OIM, mientras que decenas de miles de etíopes quedaron atrapados en el limbo en el país.
Con el transporte entre provincias paralizado, miles de migrantes acusados de propagar el virus, han sido trasladados en buses desde sus viviendas improvisadas a distintas provincias. Al menos 4.000 están varados en Aden, una ciudad del sur controlada por el gobierno, y otros 7.000 en el bastión rebelde de Saada, entre otros lugares, apuntó la OIM.
La agencia de la ONU no especificó qué autoridades, si los rebeldes hutíes, respaldados por Irán, que controlan gran parte del norte, o las fuerzas gubernamentales respaldadas por Riad, eran las responsables de los traslados forzosos.