Francia: Condenan muerte de chofer a golpes por mascarillas
BAYONA, Francia (AP) — La esposa del conductor de un autobús en Francia que murió a causa de una golpiza que le propinaron cuatro pasajeros a los que había pedido que utilizaran mascarillas solicitó el sábado que se imponga un “castigo ejemplar” a los responsables.
La agresión contra Philippe Monguillot causó indignación en Francia. El presidente Emmanuel Macron envió el sábado al ministro del interior para que se reuniera con la viuda del conductor fallecido el día anterior. La víctima se encontraba hospitalizada en condición grave desde el ataque del 5 de julio.
Veronique Monguillot dijo haber indicado al ministro Gerald Darmanin que ella y sus tres hijas estaban “devastadas” por el ataque contra su esposo en una parada de autobús en Bayona, suroeste de Francia.
“Debemos dar un golpe sobre la mesa para que esto no vuelva a suceder”, afirmó la viuda. “Es un acto barbárico, es anormal. Debemos parar esta masacre”.
El fiscal de Bayona indicó que Monguillot fue golpeado por solicitar a cuatro pasajeros que iban en su autobús No. 810 que se pusieran mascarillas, cuyo uso es obligatorio en el transporte público en Francia debido a la pandemia de coronavirus. El conductor fue insultado, bajado a empellones del autobús y golpeado violentamente, además de ser pateado en la cabeza, dijo el fiscal.
Cuatro personas se encuentran detenidas por los hechos.
“Este conductor de autobús sólo hacía su trabajo”, declaró Darmanin. “Salió de su casa en la mañana y no regresó, dejando una viuda y tres hijas huérfanas. Se trató de un acto totalmente abominable”.
Francia, que se ha esforzado para combatir la pandemia de coronavirus, acumula 208.000 casos confirmados y más de 30.000 muertes relacionadas con el coronavirus, según un conteo de la Universidad Johns Hopkins. De acuerdo con expertos, la cifra real es mayor debido a la realización limitada de pruebas y casos leves que no fueron registrados.
En la mayoría de la gente, el nuevo coronavirus provoca síntomas leves o moderados que desaparecen en dos a tres semanas. En algunas personas, sobre todos los adultos mayores y las que padecen trastornos de salud subyacentes, puede provocar enfermedades más graves, como la neumonía, e incluso la muerte.