Acusan a Sanders de usar a Bolivia en su lucha contra Trump
LA PAZ (AP) — El gobierno boliviano exigió al senador estadounidense Bernie Sanders que “no use a Bolivia como carne de cañón en su lucha” contra el presidente Donald Trump, en respuesta a las denuncias del legislador respecto de presuntos abusos de la presidencia boliviana.
“Usted debería haber prestado atención a otros bolivianos y no sólo a los ataques promovidos desde La Habana o Caracas”, dijo el embajador boliviano en Washington, Wálter Oscar Serrate, en respuesta a Sanders y a otros cinco senadores demócratas que la semana pasada enviaron a una carta al Secretario de Estado, Michael Pompeo, en la que citaron presuntos abusos y violaciones a los derechos humanos de parte de la presidenta interina Jeanine Áñez en contra el exiliado exmandatario Evo Morales y su partido.
“Usted está terriblemente mal informado”, dijo Serrate a Sanders. “El partido de Evo Morales tiene a nuestro país bajo asedio interno y externo” al “bloquear con su mayoría parlamentaria” iniciativas y préstamos para la lucha contra la pandemia del nuevo coronavirus y sus efectos económicos.
Serrate acusó además a Morales de haber promovido un “gigantesco fraude” para perpetuarse en el poder.
Sanders y sus colegas Christopher Murphy, Patrick Leahy y Benjamin Cardin, entre otros, acusaron al gobierno de Áñez de pretender “perpetuarse en el poder”, intimidar a legisladores opositores y llevar adelante acciones contra las libertades civiles bajo el pretexto de la crisis sanitaria.
Áñez y Morales están enfrascados en una disputa política que está polarizando al país en plena crisis sanitaria. Morales acusa a Áñez de haber promovido un golpe de Estado que lo obligó a renunciar en noviembre en medio de una convulsión social tras las fallidas elecciones de octubre que cobró la vida de 36 personas.
Morales se refugió primero en México y después en Argentina tras su frustrado intento de buscar un cuarto mandato, pero desde Buenos Aires sigue agitando la política de su país.
Para Áñez la convulsión de noviembre fue una “rebelión” popular contra el supuesto fraude electoral promovido por Morales para mantenerse en el poder por más de 14 años.
La disputa ha llevado al Tribunal Supremo Electoral a convocar nuevas elecciones presidenciales el 6 de septiembre para zanjar la crisis política en momentos en que la pandemia esté en un punto alto. Hasta el jueves Bolivia ha registrado 42.984 contagios y 1.577 decesos y los servicios médicos están al borde del colapso.