Incertidumbre en Hong Kong bajo la nueva ley de seguridad
HONG KONG (AP) — La líder de Hong Kong, Carrie Lam, hizo poco el martes por reducir los temores en torno a una nueva ley de seguridad que según las voces críticas socava libertades y protecciones legales prometidas al territorio cuando China tomó el control de la excolonia británica.
Hace un año, los residentes de Hong Kong se sentían lo bastante seguros de sus libertades amparadas por el modelo “un país, dos sistemas” como para llevar a sus hijos a las protestas masivas. Ahora, tras la aplicación el 30 de junio de la ley de seguridad, algunos temen ser castigados por lo que publican en Facebook, Twitter o incluso TikTok.
La plataforma de vídeos breves TikTok, que ha intentado distanciarse de sus raíces chinas -es propiedad del gigante chino de internet ByteDance- dijo el martes que dejaría de operar en la ciudad “a la luz de sucesos recientes”.
Hong Kong recibió una promesa de 50 años de semiautonomía tras la entrega de poder a Beijing el 1 de julio de 1997. Eso permitió a sus 7 millones de habitantes mantener una prensa libre y otras libertades vetadas en el territorio continental chino, gobernado por el Partido Comunista.
Muchos hongkoneses mayores llegaron huyendo de la inestabilidad política en el territorio continental chino. Los más jóvenes crecieron con una expectativa de que se ampliaran las libertades democráticas durante su vida. Todos tratan de asimilar ahora las implicaciones de la nueva ley, que prohíbe lo que Beijing considera como actividades secesionistas, subversivas o terroristas y la intervención extranjera en asuntos internos de la ciudad.
“No tengo una opinión fuerte contra formalizar una ley de seguridad nacional, pero la forma en la que se aplicó es intrusiva e irrespetuosa”, dijo Jen Au, que trabaja en el sector bancario. “Básicamente es acoso. Hong Kong ha avanzado mucho en los últimos 20 años para acercarse a China, y en realidad esto sólo fue contraproducente”.
Lam, la directora general del gobierno hongkonés respaldado por Beijing, dijo el martes que la actividad del Comité por Salvaguardar la Seguridad Nacional, que ella preside y que supervisa la aplicación de la ley, no será pública. De modo que los lineamientos que dan amplios poderes a la policía para aplicar la ley no estarán sujetos a supervisión judicial.
Cuando se le preguntó si podía garantizar que los medios seguirían informando con libertad en Hong Kong sin ser censurados, Lam dijo: “Si el Club de Corresponsales o todos los periodistas de Hong Kong pueden darme una garantía del 100% de que no cometerán ninguna infracción de acuerdo con esta legislación nacional, entonces yo puedo hacer lo mismo”.
Las enormes y en ocasiones violentas contra el gobierno de Hong Kong paralizaron la ciudad durante buena parte del año pasado.
Las protestas comenzaron como oposición a una reforma de la ley de extradiciones, que fue retirada y podría haber supuesto que algunas personas fueran enviadas a la China continental para ser juzgadas allí. Pero el movimiento creció para incluir demandas de más democracia y supervisión sobre la policía.
Las voces críticas describen la nueva ley de seguridad como el movimiento más agresivo de Beijing hasta la fecha para borrar la separación entre el sistema de estilo occidental en Hong Kong y el gobierno autoritario en el territorio continental.
La nueva ley ilegaliza lemas prodemocracia como el popular “Liberar Hong Kong, revolución de nuestro tiempo”, que según el gobierno hongkonés tiene connotaciones separatistas.
El texto indica que la policía puede ordenar a las plataformas de medios, editores y proveedores de servicios de internet que retiren cualquier mensaje digital que “pueda constituir una infracción que ponga en peligro la seguridad nacional o pueda causar una infracción que ponga en peligro la seguridad nacional”.
Los proveedores de servicio que no cumplan pueden recibir multas de hasta 100.000 dólares hongkoneses (12.903 dólares) y penas de prisión de hasta seis meses.
También podría pedirse a las personas que publiquen esos mensajes que los eliminen, o afronten multas similares y una pena de prisión de un año.
Carine Lo, de 21 años, dijo que esas normas le dan miedo.
“A partir de ahora, cualquier acto público en el que participes, o cualquier cosa que digas en internet, podrías acabar haciendo algo contra esta ley” dijo. “De modo que en cuanto a nosotros, estoy asustada. Probablemente tendré que ser más cuidadosa con lo que digo en internet, y estaré atenta a que alguien a mi alrededor me reporta”.
Según el texto, el gobierno local puede autorizar a la policía a interceptar comunicaciones y realizar vigilancias para “impedir y detectar infracciones que pongan en peligro la seguridad nacional”.
La policía puede hacer registros en busca de pruebas sin orden judicial en “circunstancias excepcionales” y pedir órdenes para requisar los documentos de viaje de sospechosos de incumplir la ley de seguridad nacional.
Alex Tsui, una mujer en la veintena, dijo estar preocupada por los términos vagos empleados en la ley.
“Deberían decirnos a los ciudadanos de Hong Kong en qué clase de situaciones tienen esa clase de poder o derechos”, dijo Tsui. “No pueden elegir cualquier momento para decir, usted parece sospechoso, o acusarte de cualquier cosa, y después venir a buscar pruebas. Creo que es completamente injusto. Desde luego no va a ayudar a mantener la justicia”.
Las autoridades hongkonesas se apresuraron a poner en práctica la ley, que entró en vigencia el 30 de junio, y la policía ha detenido a unas 370 personas.
Plataformas de medios sociales, a las que no se puede acceder desde China, aún no están bloqueadas en Hong Kong. Pero los usuarios han empezado a revisar sus cuentas y borrar comentarios a favor de la democracia por miedo a represalias. Muchos comercios que apoyaban públicamente a los manifestantes han retirado mensajes y decoraciones relacionadas.
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Kurtenbach informó desde Mito, Japón.