Argentina extiende de nuevo negociación por deuda
BUENOS AIRES (AP) — Argentina anunció el viernes una nueva extensión del plazo para que los acreedores acepten su oferta de reestructuración de títulos de deuda por más de 66.000 millones de dólares.
El país sudamericano, que se encuentra en default técnico o selectivo desde fines de mayo, cuando no pagó un vencimiento de intereses de bonos por 500 millones de dólares, fijó ahora el 24 de julio como la fecha límite para concluir las negociaciones que lleva adelante con los tenedores de títulos bajo ley extranjera.
El ministerio de Economía señaló en un comunicado que Argentina “continuó manteniendo proactivamente debates con distintos grupos de inversores, adelantó posibles ajustes” a la oferta “y recibió comentarios de inversores”. Indicó que el país pretende aprovechar esta extensión para continuar con las discusiones y permitirles a los acreedores colaborar con “una reestructuración de deuda exitosa”.
También recalcó que ello contribuirá a mejorar la situación actual, “mitigando las restricciones a mediano y largo plazo sobre la economía”.
Esta será una nueva prórroga en el marco de las complicadas negociaciones que transcurren desde abril, cuando el gobierno presentó su propuesta de renegociación de la deuda, que suponía importantes quitas de capital e intereses.
El monto de la deuda bajo ley extranjera que Argentina está renegociando es de 66.238 millones de dólares.
La oferta original del gobierno del presidente Alberto Fernández a los acreedores consistía en una quita en los intereses de 62% -equivalente a 37.900 millones de dólares- y de capital de 5,4%, unos 3.600 millones de dólares, así como un periodo de gracia hasta 2023 con una tasa de interés de 0,5% que irá aumentando.
La propuesta no tuvo el nivel de adhesión necesaria de los acreedores, por lo que Argentina decidió seguir negociando.
Desde entonces el valor de la oferta del país sudamericano se fue ajustando y tanto el gobierno como los bonistas cedieron posiciones, pero en los últimos días surgieron desencuentros, sobre todo con los tenedores de títulos más duros, que han determinado la prolongación de las negociaciones.