EEUU pretende aranceles más bajos en otros países
El gobierno de Donad Trump planea proseguir con su enfoque beligerante en el comercio mundial, presionando a otros países para que reduzcan aranceles sobre los productos estadounidenses y quizás dificultar que las importaciones entren en Estados Unidos sin pagar impuestos.
En testimonio ante el Congreso el miércoles, el representante comercial de Estados Unidos Robert Lighthizer dijo que el gobierno estadounidense presionará por más cambios en la Organización Mundial de Comercio, el árbitro del comercio global al que Washington ha acusado de predisposición contra Estados Unidos.
“La OMC es un desastre", dijo Lighthizer ante la Comisión de Medios y Arbitrios de la Cámara de Representantes. “La OMC le ha fallado a Estados Unidos y le ha fallado al sistema internacional de comercio”.
Lighthizer se quejó de que, bajo las normas de la OMC, otros países imponen aranceles “muy por encima” de los aranceles que impone Estados Unidos.
Los comentarios de Lighthizer indican que “él quiere forzar a otros a reducir aranceles a nuestros niveles y él va a amenazar con subir los nuestros si ellos no lo hacen”, dice William Reinsch, un exfuncionario comercial estadounidense que ahora trabaja en el Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales en Washington.
Pero Reinsch apuntó que Estados Unidos aceptó los aranceles existentes en negociaciones previas.
Si el gobierno de Trump quiere cambiar las tasas arancelarias va a enfrentar decisiones difíciles. Para lograr que otros países rebajen sus aranceles tendrá que negociar y hacer concesiones. Si Estados Unidos eleva aranceles por su cuenta, casi seguramente enfrentará represalias de sus socios comerciales.
“Nada es gratis", dijo Reinsch.
En otro intento de presionar a la OMC para cambiar, Estados Unidos ha bloqueado un nuevo nombramiento al Órgano de Apelación de la organización, su máximo tribunal comercial. Cuando los términos de dos jueces expiraron el año pasado, la corte dejó de funcionar, dejando disputas comerciales sin un árbitro final. Lighthizer les dijo a los legisladores el miércoles que a él no le molestaría si el Órgano de Apelación no vuelve a funcionar.
Lighthizer dijo además que Estados Unidos ponderaría rebajar el límite de 800 dólares para traer productos al país sin pagar impuestos. En un testimonio escrito, recalcó que el límite de la Unión Europea, sobre el cual se pueden imponer gravámenes, es de 150 dólares, mientras que el de China es de solamente 7 dólares. Esa disparidad pone en desventaja a los exportadores estadounidenses.
Donald Trump llegó a la presidencia en el 2017 con promesas de cambiar siete décadas de políticas de libre mercado y de rebajar el enorme déficit comercial del país.
Trump ha impuesto aranceles sobre 360.000 millones de dólares en importaciones de China en una disputa sobre tácticas agresivas — que incluyen, de acuerdo con Washington, ciberrobo y forzar a empresas extranjeras a entregar secretos comerciales — que Beijing ha usado para retar el dominio tecnológico occidental.
En enero, Estados Unidos y China llegaron a un acuerdo comercial interino para reducir las tensiones. China acordó comprar enormes cantidades de productos estadounidenses.
Lighthizer dijo el miércoles que confía en que China respetará sus compromisos de compras aunque su economía ha sido debilitada por la pandemia de coronavirus y las cuarentenas y restricciones de viajes impuestas para contenerla.