Colombia expulsa a militar venezolano acusado de espionaje
BOGOTÁ (AP) — Las autoridades colombianas expulsaron el jueves a un militar venezolano capturado la víspera que ingresó al país como refugiado pero en realidad realizaba tareas de espionaje.
Gerardo José Rojas Castillo fue detenido el miércoles en un retén en la ciudad de Valledupar, en el noreste de Colombia, en posesión de documentos que lo identificaban como sargento del ejército venezolano en el estado Lara.
"Ingresó al país en calidad de refugiado, con la misión de desarrollar actividades de espionaje a las unidades militares en el territorio nacional”, indicaron las fuerzas armadas colombianas en un comunicado.
No se informó cuándo ingresó Rojas a Colombia, pero los investigadores dijeron que al principio tenía un puesto de jugos frente a unas instalaciones militares y luego consiguió trabajo de guardia de seguridad en una empresa de transporte público en Valledupar, desde donde podía observar los movimientos de una brigada del ejército.
Por la tarde, el general Gerardo Melo Barrera, comandante de la Primera División del Ejército, indicó que Rojas estaba sujeto a una investigación de contrainteligencia desde hace mas de un año y al parecer forma parte de la Fuerza Nacional Bolivariana.
“En el momento de su aprehensión, esta persona tenía documentos que lo acreditan como militar activo, en el grado de sargento segundo, procedente del estado Lara, Venezuela. El aprehendido, según los datos recopilados, cuenta con los cursos y capacitaciones militares de la dirección general de contrainteligencia militar: curso de cazador, fuerzas especiales, curso de paracaidista, curso de mando y conducción de curso de infiltración”, agregó el jefe militar.
En la noche, Migración Colombia informó en un comunicado de la expulsión de Rojas después de que antes había avisado de su traslado desde Valledupar a la localidad fronteriza de Paraguachón.
“El ciudadano extranjero fue expulsado de manera discrecional por la autoridad migratoria colombiana, con base en un informe entregado por el Ejército Nacional en el que se indicaría que el ciudadano venezolano, perteneciente a las fuerzas armadas de ese país, estaría adelantando actividades no autorizadas las cuales podrían poner en riesgo la seguridad nacional.”, agrega la nota.
Las autoridades en Caracas no hicieron declaraciones de inmediato.
Cientos de soldados venezolanos desertaron a principios del año pasado, cruzaron la frontera y pidieron asilo en Colombia después de que la oposición intentó en vano introducir ayuda humanitaria. El presidente Nicolás Maduro dijo que el intento era parte de una campaña respaldada por Estados Unidos para expulsarlo del poder y ordenó a las fuerzas armadas que impidieran la entrada de las provisiones.
En ese momento proliferaron las denuncias de que habría espías entre los soldados. Al principio muchos tenían la esperanza de formar un ejército en el exilio, y algunos fueron a campamentos secretos de entrenamiento dirigidos por el ex Boina Verde Jordan Goudreau, que intentó una incursión fallida a Venezuela en mayo. Otros, decepcionados, se fueron a otras ciudades con sus familias para ganarse la vida como vendedores callejeros.
Las autoridades venezolanas han dicho recientemente que fueron sus espías los que les permitieron frustrar el ataque organizado por Goudreau desde Florida. Dos ciudadanos estadounidenses y un grupo de combatientes cayeron presos después de una incursión a una playa cuyo presunto objetivo era apresar a Maduro.
El gobierno estadounidense ha negado toda participación en la conspiración.