Por coronavirus, los hoteles ahora compiten en limpieza
Marriott, Hilton y otras grandes compañías hoteleras están acostumbradas a competir en precios o privilegios. Ahora, compiten en limpieza.
Desde empleados con mascarillas en la recepción hasta buffets cerrados, los hoteles están haciendo cambios visibles como consecuencia de la pandemia de coronavirus. Con señalamientos se pregonan los nuevos regímenes de limpieza: la cadena Red Roof Inns promete “RediClean” —rigurosos protocolos de limpieza mejorados_, mientras que Hilton ofrece una “Estadía limpia con Lysol”.
Los hoteles siguen mayormente vacíos: En Estados Unidos la ocupación hotelera estuvo en 37% la semana que terminó el 30 de mayo, un 43% menos respecto al mismo periodo del año pasado, de acuerdo con STR, una firma de datos y consultoría. Pero los viajes de placer empiezan a resurgir, y los hoteles consideran que los estándares de limpieza son una forma de calmar a los huéspedes inquietos, y posiblemente de recuperar negocio de rivales como las compañías de alojamientos compartidos como Airbnb.
“Creo, ahora más que nunca, que los clientes van a buscar ese sello de calidad”, dijo Phil Cordell, director de desarrollo global de nuevas marcas de Hilton y quien está a cargo del grupo que elabora los nuevos estándares de limpieza de la compañía.
Algunas marcas de hotel son más rigurosas que otras, comentó Larry Yu, profesor de administración hotelera en la Universidad George Washington. Apuntó que Accor Hotels, una compañía francesa, ha desarrollado estándares de acreditación que sus hoteles deben cumplir para poder reabrir.
Pero Yu dijo que la limpieza mejorada se está llevando a cabo en todas partes.
“Todos lo están haciendo, porque es lo que esperan los clientes ahora”, comentó.
Los huéspedes ya notan la diferencia. David Whitesock, director de innovación para Face It Together, una compañía de asesoría sobre adicciones, se mudó de Denver al norte de Nueva York durante el fin de semana feriado del Día de los Caídos en Guerras. Se hospedó en hoteles de Marriott en Iowa y Ohio durante el camino.
Se encontró algunas singularidades. Una cinta policial lo separaba de la recepción en Iowa, y el hotel le dio una tarjeta aunque hubiera preferido abrir la puerta de su habitación con la aplicación de teléfono de Marriott. Whitesock llevó su propia comida, pero vio algunos desayunos empaquetados donde solían estar los buffets.
Sin embargo, dijo que sus habitaciones se veían, sentían y olían más limpias que antes. Todos los huéspedes portaban mascarillas y mantenían respetuosamente su distancia, señaló.
“Sentí que era un lugar seguro; habían hecho lo mejor que podían dadas las circunstancias”, dijo Whitesock. “Mucho de esto se reduce a: ¿confían en los hoteles y en las personas con las que estarán en contacto?"
Sin embargo, pese a las medidas de precaución que han tomado los hoteles, visitarlos sigue siendo arriesgado, dijo el médico Albert Ko, profesor de epidemiología y medicina en la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Yale. Los hoteles pueden reunir a viajeros de varios estados y países donde las tasas de transmisión son más altas, por ejemplo, y muchos portadores podrían ser asintomáticos.