Eurozona se contraerá 8,7% este año por impacto del virus
FRÁNCFORT (AP) — Se pronostica que la economía de los 19 países que conforman la zona euro se contraerá 8,7% este año por el cierre de empresas y negocios debido a la pandemia, dijo el jueves el Banco Central Europeo, que también anunció la ampliación de su programa de estímulo para enfrentar la crisis económica causada por el coronavirus.
El BCE espera un repunte de 5,2% en 2021 y de 3,3% en 2022. La directora del banco, Christine Lagarde, advirtió que “la velocidad y la escala del repunte son muy inciertas”.
Lagarde ofreció la estimación en una conferencia de prensa después de que el BCE dijo que prácticamente duplicaría su programa de apoyo a la emergencia por la pandemia en 600.000 millones de euros a 1,35 billones de euros (1,5 billones de dólares), para mantener el flujo de créditos asequibles durante la recesión causada por el coronavirus.
El banco central de los 19 países que usan el euro también extendió su programa de estímulo monetario al menos hasta fines de junio del próximo año, en lugar de lo previsto actualmente, a fines de este año.
Bajo el programa de apoyo a la pandemia, el BCE compra bonos corporativos y gubernamentales y otros activos financieros de los bancos, pagando con dinero recién creado. Eso ayuda a reducir las tasas de interés a plazos más largos, evitando que la pandemia agote los fondos necesarios para los solicitantes de préstamos.
El gran tamaño de las compras previstas también envía una señal a los mercados financieros de que el BCE está decidido a garantizar que las tasas de interés se mantengan bajas en toda la eurozona y evitar que aumenten los costos de los préstamos para gobiernos endeudados como Italia.
Si bien el BCE dice que sus compras no tienen como objetivo apoyar a Italia, hasta ahora el programa compró una mayor parte de los bonos italianos que de otros países y se le atribuye aliviar la presión del mercado sobre una nación que ha sido una de las más afectadas por la pandemia.
La paralización económica hará que Italia pierda ingresos fiscales y reduzca sus gastos adicionales para apoyar la economía. Eso significa un endeudamiento adicional que aumentará su ya abultada deuda, que equivale al 135% de la producción económica anual.
Cualquier duda de los inversionistas sobre la capacidad de pago de Italia podría llevar a una espiral de aumento de los costos de los préstamos y desencadenar una crisis financiera similar a la que llevó a Grecia y otros cuatro gobiernos miembros a necesitar rescates internacionales en 2010-2015.