Brees da 1er paso para enmendar relaciones
NUEVA ORLEÁNS (AP) — Drew Brees entiende ahora que se mostró desconectado de la realidad.
Sus contemporáneos hicieron que lo entendiera esta semana, mediante una andanada de críticas por insistir en una convicción que había manifestado antes, en situaciones distintas a la actual.
En medio de las protestas derivadas de la muerte de George Floyd tras ser arrestado por la policía, Brees volvió a pronunciarse en contra de que los jugadores se arrodillen durante la interpretación del Himno Nacional como una forma de exigir igualdad. Las reacciones que provocó el quarterback estelar de los Saints de Nueva Orleáns lo llevaron a disculparse públicamente el jueves, reconociendo que se había equivocado.
Hace tres años, cuando Brees manifestó por primera vez su postura sobre las protestas durante el himno, fue una de varias voces en una discusión acalorada. Pero al insistir el miércoles en el tema, se percató, en una forma bochornosa, de cómo han cambiado los tiempos.
La intensidad y frecuencia de las protestas generadas por la muerte de Floyd, ocurrida hace menos de dos semanas, habían dejado claro que amplios segmentos de la población estadounidense consideran que la brutalidad policial y las injusticias raciales son ahora asuntos de mayor urgencia.
“Reconozco que debí hablar menos y escuchar más”, escribió Brees en la disculpa que publicó en las redes sociales. "Cuando la comunidad negra habla de su dolor, todos necesitamos escuchar.
En 2017, muchos equipos optaron por desalentar la práctica de arrodillarse durante la ejecución del Himno Nacional. Sin embargo, reconocieron los argumentos planteados por el entonces quarterback de San Francisco, Colin Kaepernick, quien había encabezado aquellas protestas.
Muchos de esos argumentos abordaban los mismos problemas sociales que rodean ahora la muerte de Floyd.
La alternativa que adoptaron varios jugadores consistió en ponerse de pie, con los brazos entrelazados, un gesto que recordaba las protestas por los derechos civiles. Los Saints, con Brees incluido, eligieron arrodillarse momentos antes del Himno Nacional. Luego, se ponían de pie para cantarlo.
Esta semana, una entrevista de Brees con Yahoo Finance generó condenas amplias. Numerosas celebridades del deporte, incluido LeBron James, tronaron contra el mariscal de campo, lo mismo que compañeros actuales y anteriores en Nueva Orleáns.
Los críticos consideraron que Brees se mostró insensible en medio de las encendidas protestas en todo el país, que en ocasiones derivaron en actos violentos y en disturbios.
Malcolm Jenkins, safety de los Saints, consideró que Brees era “parte del problema”, mediante un video difundido en las redes sociales.
El miércoles por la noche en Nueva Orleáns, donde evidentemente Brees es un héroe deportivo, fue posible oír que muchos manifestantes lo insultaban durante su marcha. Las redes sociales reprodujeron imágenes de personas que quemaban los jerseys con el número 9 del quarterback.
Mark Morial, presidente de Liga Nacional Urbana para la defensa de los derechos civiles y exalcalde de Nueva Orleáns, dijo en un correo electrónico dirigido a la AP que, aunque respeta a Brees por su trayectoria de años con los Saints, considera que los comentarios del quarterback fueron “irreflexivos”.
“Los eventos de las últimas semanas han dado mayor peso al argumento de que es el tema de la protesta, más que el método de la misma, lo que indigna a muchos estadounidenses”, dijo Morial.
No obstante, mostró su aprecio por la disposición de Brees para reconsiderar sus palabras. Confió en que “esto lleve a un diálogo productivo con sus compañeros”.
Aunque la disculpa constituyó un primer paso, sólo el tiempo dirá si el astro de 41 años puede enmendar las relaciones, a medida que se aproxima lo que podría ser su última temporada en la NFL.
Demario Davis, linebacker de Nueva Orleáns, es un defensor vehemente de la justicia racial, y sugirió durante una entrevista con la cadena CNN que los jugadores de los Saints tendrían la capacidad de aceptar la disculpa de Brees.
“Ésa es una forma de liderazgo verdadero”, dijo Davis. “Se trata de asumir la responsabilidad. Lo que hubiéramos esperado desde la primera vez era que Drew diera más detalles sobre el racismo y los sentimientos de la comunidad negra. Él admitió que se había equivocado.
“El hecho de que salga y diga: ‘me equivoqué, he sido insensible pero lo que comenzaré a hacer será escuchar y aprender de la comunidad negra y encontrar formas en que pueda ayudarla', creo que eso es un modelo para todo Estados Unidos”.
Michael Thomas, receptor de los Saints, dijo también en las redes sociales que aceptaba la disculpa de Brees.
El jueves por la noche, Brees grabó en video una disculpa adicional, en la que declaró: "Quiero que vean en mis ojos cuánto lo siento. Sé que he dañado a mucha gente, especialmente amigos, compañeros actuales y anteriores.
“Lo haré mejor y seré parte de la solución. Soy su aliado”, agregó.
No es la primera vez que Brees ha debido ponerse a la defensiva por la forma en que manifestó sus creencias.
El año pasado, le llovieron críticas por grabar un anuncio de servicio público mediante el que promovía una jornada en la que se recomendaba llevar una biblia a la escuela. El anuncio fue producido para la organización Focus on the Family, que ha realizado una campaña activa contra los derechos de los gays.
Brees dijo que nunca quiso asociarse con mensajes antigays, y rechazó los comentarios que indicaban lo contrario. Mediante el video, insistió en ese mensaje.
Frente a esas controversias, Brees ha sido uno de los jugadores más respetados en la NFL, por motivos que van más allá del desempeño con el que ha roto varias marcas en el terreno.
Ha cultivado una reputación de un hombre dedicado a su familia. Ha regalado incontables horas y unos 35 millones de dólares a fines caritativos en la costa del Golfo de México desde 2006, cuando se unió a los Saints, y fue un impulsor decidido de la recuperación de Nueva Orleáns tras la destrucción causada por el huracán Katrina.
Recientemente, donó 5 millones de dólares a las iniciativas de combate al coronavirus en el estado de Luisiana.