Muerte de Floyd “injustificable”, dicen jefes policiales
LOS ÁNGELES (AP) — Asesinato. Brutalidad. Injustificable. Jefes policiales de todo el país, usando un lenguaje de una dureza sin precedentes, condenaron las acciones de la policía de Minneapolis en un episodio en el que murió un individuo afroamericano que había sido esposado y estaba inmovilizado por un agente que le puso la rodilla en el cuello por al menos ocho minutos cuando estaba tendido en el piso.
Algunos activistas defensores de los derechos civiles, sin embargo, dicen que esos pronunciamientos no tienen valor alguno si no van acompañados de profundas reformas.
Las autoridades dicen que George Floyd fue detenido el lunes porque encajaba con la descripción de alguien que había tratado de usar un billete falso en una tienda y que Floyd, de 46 años, se resistió. Un video de alguien que pasaba por allí muestra al agente Derek Chauvin, quien es blanco, con su rodilla en el cuello de Floyd. La mantuvo allí a pesar de que Floyd decía que no podía respirar y lentamente dejó de moverse.
Chauvin fue detenido el viernes y acusado de homicidio culposo, luego de violentas protestas en Minnesota y otras partes del país.
“No hace falta ver más videos”, dijo el jefe de la policía de Chattanooga, Tennessee, David Roddy, en un tuit el miércoles. “No hace falta analizar como se ‘desarrolló todo’. No es necesario poner la rodilla en el cuello de alguien por NUEVE minutos. SÍ es necesario HACER ALGO al respecto. Si tienes una chapa de policía y no ves nada malo en eso, entrégala”.
La reacción de algunos elementos de la policía contrasta con las muestras de apoyo o en todo caso el silencio que siguieron a otros incidentes de este tipo. Varios jefes policiales criticaron fuertemente al agente de Minneapolis en las redes sociales y elogiaron al jefe de la policía de esa ciudad por despedir inmediatamente a los cuatro policías involucrados en el caso. Algunos pidieron incluso que Chauvin fuese llevado a juicio.
“Me molesta mucho el video en el que el señor Floyd es asesinado en la calle sin que los otros agentes intervengan”, expresó el sheriff del condado de Polk, Georgia, Johnny Moats en Facebook. “Les puedo asegurar que ni yo ni ninguno de mis agentes jamás trataremos a alguien así, por tanto tiempo, mientras yo sea sheriff. Ese tipo de brutalidad es terrible y debe cesar. Todos los agentes involucrados tienen que ser detenidos y encausados de inmediato. Rezo por la familia”.
Generalmente la policía pide paciencia y calma cuando surgen cuestionamientos en torno al uso de la fuerza. Y se muestran reticentes a hablar de episodios que involucran a otro departamento, habitualmente aduciendo que se está investigando el asunto.
“Yo sería el primero en condenar a cualquiera si viese que alguno de mis agentes hermanos se ve involucrado en algo similar. Lo que vi que le pasó a George Floyd me conmovió, no encaja con muestra misión. Las acciones de uno nos afectan a todos”.
Gloria Browne-Marshall, abogada especializada en derechos civiles y profesora de la Facultad de Justicia Penal del John Jay College, dijo que no le alegra el que “un puñado” de jefes policiales critiquen tan duramente las acciones de estos agentes.
“Cualquier progreso minúsculo es visto como algo milagroso porque se ha hecho tan poco por tanto tiempo”, sostuvo. “Esto ni se acerca al progreso ni al clamor que habría si un hombre blanco fuese víctima de un ataque como este”.
Melina Abdullah, cofundadora de la sucursal de Los Ángeles de Black Lives Matter, dijo a su vez que no la “conmovía demasiado” el malestar expresado por unos pocos jefes policiales.
Abdullah afirmó que los tres agentes que observaron las acciones de Chauvin y no intervinieron contribuyeron a perpetrar el racismo y la opresión de las personas de raza negra por parte de la policía.
“El agente Chauvin no fue el único que aplastó el cuello de George Floyd”, manifestó Abdullah, quien describió el episodio como un linchamiento.
El incidente desató una ola de protestas. El gobernador de Minnesota Tim Waltz llamó a la Guardia Nacional el jueves, en que manifestantes incendiaron una estación policial por la noche.
“Esto no es aceptable”, dijo el jefe de la policía de Nueva York, aludiendo a la muerte de Floyd.
En otro incidente parecido, Eric Garner murió asfixiado en Nueva York en el 2014 cuando un agente lo inmovilizó tomándolo por el cuello. Igual que Floyd, Garner decía que no podía respirar.
Pasaron cinco años antes de que se despidiese al agente en cuestión, quien nunca fue acusado de delito penal alguno.
El sheriff del condado de Harris, en Texas, Ed González, declaró a la Associated Press que los organismos policiales prometen reformas después de cada episodio fatal como estos, “pero no las hacen realidad de una forma consistente”.
“Cuando pasa algo malo en nuestra profesión, debemos llamar las cosas como son”, expresó. “Seguimos pensando en el nuevo episodio será el último, hasta que se produce otro”.