Congreso de EEUU pondera si aprobar gasto o hacer pausa
WASHINGTON (AP) — El Congreso estadounidense se encuentra en una encrucijada en la crisis del coronavirus: aprobar un “gran paquete” de rescate como quiere la presidenta de la cámara baja, la demócrata Nancy Pelosi, u oprimir el botón de “pausa” como prefiere el jefe de la mayoría republicana en el Senado, Mitch McConnell.
Es un momento de definiciones para los partidos de cara a las elecciones de noviembre, cuyas decisiones afectarán el sustento de innumerables estadounidenses que han pasado a depender del gobierno federal. Están en juego miles de millones de dólares en ayuda a los estados, prestaciones de desempleo y recursos para la salud. Mientras aumentan los interrogantes sobre el papel que le corresponde a Washington, está a prueba la capacidad del presidente Donald Trump y el Congreso para hacer lo correcto.
“Son los eternos debates de la historia estadounidense”, dijo el profesor de historia económica y financiera Richard Sylla.
“Es como el problema que enfrentaba Alexander Hamilton en 1790”, dijo, al aludir al plan de que el nuevo gobierno federal se hiciera cargo de las deudas incurridas por los estados durante la guerra de la independencia, a pesar de las protestas contra el rescate. Hamilton lo llamó “el precio de la libertad”.
A medida que continúan las negociaciones en el Capitolio, la respuesta al coronavirus le da al Congreso la oportunidad de forjar el futuro del país después de la pandemia, pero a la vez conlleva el riesgo de repetir los errores de crisis anteriores, como en la recesión de 2008-09, que la historia difícilmente olvida.
Trump y McConnell se reunieron a fines de la semana pasada para decidir los pasos siguientes después de rechazar el plan de Pelosi. La legisladora demócrata preparó el escenario con la aprobación de un proyecto de rescate de 3 billones de dólares, de los cuales un billón sería para reforzar las economías de estados y ciudades, impedir despidos municipales y dar 1.200 millones a la gente y otras formas de ayuda.
“Podríamos haberlo hecho más grande”, dijo Pelosi a The Associated Press en una entrevista reciente.
Con más de 38 millones de solicitudes de prestaciones por desempleo, la respuesta republicana consiste en estimular la economía para reducir la necesidad de una mayor intervención federal.
La prioridad republicana es eliminar gradualmente las prestaciones por desempleo para que la gente regrese al trabajo y dar inmunidad legal a las empresas que reabren.
Los republicanos quieren eliminar los 500 dólares adicionales al pago semanal por desempleo, que “maniata” a algunos trabajadores con una remuneración mayor que la de su trabajo. McConnell también quiere proteger a médicos, escuelas y otros de juicios derivados del COVID-19, lo que según él es una “línea infranqueable” para cualquier acuerdo.
“Hay una alta probabilidad de que haremos otro paquete de rescate”, dijo McConnell a Fox News. “Tenemos que trabajar con inteligencia”.
La senadora demócrata Debbie Stabenow reconoció que 3 billones de dólares es una “cifra grande”, pero añadió que “el costo de la inacción será mucho más alto”. Ella habló mientras viajaba en auto a su estado, Michigan, uno de los más golpeados.