California difunde directrices para reabrir templos
LOS ÁNGELES (AP) — Los servicios religiosos en California serán muy distintos por las normas dadas a conocer el lunes que limitan la asistencia a un máximo de 100 personas y que recomiendan a los feligreses portar mascarillas, cantar menos y abstenerse de estrechar manos o abrazar.
El estado difundió directrices que sirven de base para que los departamentos de salud de los condados puedan aprobar la reapertura de iglesias, mezquitas, sinagogas y otros centros de culto. Han estado cerradas desde que el gobernador Gavin Newsom emitió una orden de confinamiento en marzo para reducir la propagación del nuevo coronavirus.
En las directrices se les pide a los fieles usar mascarillas, no compartir sus libros de oraciones ni las alfombras para orar, y no pasar la charola para recaudar dinero.
Se solicita también no acudir a reuniones grandes por días feriados, bodas y funerales, y se advierte que las actividades como los cantos o la recitación en grupo “niegan” los beneficios de seguridad que da el distanciamiento social.
En las orientaciones se señala que, incluso con el distanciamiento físico, la asistencia a los templos conlleva un mayor riesgo de transmitir el virus e incrementar el número de hospitalizaciones y fallecimientos, y se recomienda a los centros de culto acortar las ceremonias religiosas.
Cada condado tendrá que adoptar normas para que los servicios se reanuden dentro de su jurisdicción, y las directrices serán revisadas por autoridades de salud estatales después de 21 días.
Hasta el momento se desconoce qué tan pronto se reanudarán los servicios presenciales. Los condados que están teniendo éxito en controlar el virus probablemente actuarán pronto. Otros donde hay brotes —como el de Los Ángeles, donde han ocurrido aproximadamente el 60% de los fallecimientos en California por la enfermedad COVID-19— quizá decidan demorarlos.
“Un condado no necesita el permiso del estado para permitir la apertura de un centro de culto", pero primero cada instalación debe cumplir con las directrices. Estas incluyen limitar las reuniones al 25% de la capacidad del edificio o un máximo de 100 personas, la que sea más baja.