Arma republicana: coquetear con los demócratas moderados
WASHINGTON (AP) — A los republicanos les aguarda una lucha ardua para conquistar el control de la Cámara de Representantes en las elecciones de noviembre y su arma más reciente consiste en coquetear con los demócratas moderados, atacando partes de un proyecto de ley de alivio por la pandemia de coronavirus de 3 billones de dólares, como el que promete ayuda social para los inmigrantes que ingresaron ilegalmente a Estados Unidos.
Están celebrando su reciente captura de un escaño de la Cámara que estaba en manos demócratas y que corresponde al norte de Los Ángeles. Dicen que esa conquista muestra que pueden ganar distritos suburbanos cuyos votantes centristas huyeron del Partido Republicano hace dos años, lo que le costó perder la mayoría de la cámara baja de la nación.
Los distritos moderados que rodean las ciudades estadounidenses siguen siendo el campo de batalla clave en la cámara baja. Sin embargo, cuando faltan cinco meses para las elecciones, las perspectivas republicanas para ganar el control parecen escasas.
Les pesa la persistente impopularidad del presidente Donald Trump entre los votantes de los suburbios, la forma lenta y errática de la crisis por la pandemia y una economía desfalleciente. Enfrentan una desventaja en cuanto a la recaudación de fondos potencialmente devastadora frente a los actuales representantes demócratas.
“Para muchos votantes, las elecciones de 2020 serán un referéndum sobre el presidente. Esas son las malas noticias”, dijo el exrepresentante Charlie Dent, republicano por Pensilvania.
Pero los operadores republicanos ven una puerta entreabierta con el masivo proyecto de ley de coronavirus elaborado por la presidenta de la Cámara de Representantes, la demócrata Nancy Pelosi. Fue aprobado en la Cámara de Representantes con el apoyo de un solo republicano.
Los republicanos parecen dispuestos a atacar la iniciativa en puntos como los pagos directos para los trabajadores inmigrantes que ingresaron Ilegalmente a Estados Unidos y otras que calificaron de “disposiciones estúpidas”,
El proyecto de ley procedente de la cámara baja seguramente morirá en el Senado, dirigido por el Partido Republicano, y Trump también se opone a él. Subrayando la incomodidad que produjo entre sus electores, 10 de los 30 demócratas de los distritos que Trump ganó en las elecciones de 2016 votaron en contra de la iniciativa de ley.
Pero a los demócratas les anima el disgusto incesante de los votantes moderados por la conducta abrasiva de Trump. Una encuesta realizada este mes por The Associated Press y el NORC Center for Public Affairs Research encontró que el 61% de los votantes en los suburbios desaprueba a Trump, algo que ha cambiado muy poco en tres años.
Para contrarrestar eso, los republicanos han buscado candidatos para la Cámara de Representantes como Mike García, quien ganó las elecciones especiales del área de Los Ángeles este mes. Es un hombre de negocios, piloto de caza retirado de la Armada e hijo de un inmigrante mexicano.
García representa un guiño hacia la diversidad para el Partido Republicano, abrumadoramente blanco. Los republicanos también han buscado más candidatas, con la esperanza de mejorar un aspecto vergonzoso: solo 13 de los 198 republicanos de la Cámara son mujeres, y dos están por jubilarse. Además, García no tiene antecedentes políticos previos que los demócratas puedan aprovechar para atacarlo.
Otro problema es la falta de fondos y muchos de los demócratas están aventajando a sus rivales republicanos. En algunos casos los demócratas tienen al menos una ventaja de 2-1.
“Para los retadores republicanos que no tienen mucho renombre, ese tipo de desventaja financiera es casi insuperable”, dijo el exrepresentante Carlos Curbelo, republicano por Florida.
Los republicanos deben ganar 17 escaños para ganar el control de la Cámara de Representantes.
Como los republicanos parecen tener más problemas que los demócratas, las medidas para frenar el coronavirus los ha afectado más. La falta de eventos cara a cara ha complicado atraer la atención del electorado y eso les ha perjudicado gravemente en la recaudación de fondos, especialmente para los principiantes poco conocidos.
“Yo le pregunto a la gente: ‘¿Les gusta estar más enfermos, más pobres y más débiles que hace cuatro años?’”, dijo Sri Kulkarni, un demócrata que busca un escaño de los suburbios de Houston desocupado por un republicano. “Porque esa es la situación en la que estamos ahora”.