ONU invita al diálogo a gobierno y oposición en Venezuela
NACIONES UNIDAS (AP) — Las Naciones Unidas exhortaron el miércoles a los protagonistas de la disputa política en Venezuela a que reanuden negociaciones serias de manera urgente, mientras Moscú y su aliado Caracas intercambiaron severas críticas con Estados Unidos y Colombia por una fallida incursión armada en la costa venezolana.
La secretaria general adjunta de Asuntos Políticos y de Consolidación de la Paz de la ONU, la estadounidense Rosemary DiCarlo, dijo al Consejo de Seguridad que el secretario general António Guterres ha reiterado su llamado a favor de una solución negociada, y “continuamos convencidos de que una verdadera negociación entre los principales actores políticos de Venezuela es el único camino para avanzar”.
“De cara a la pandemia de COVID-19, un acuerdo que fortalezca la gobernabilidad democrática, con pleno respeto a los derechos humanos y el estado de derecho es más urgente que nunca”, afirmó DiCarlo. “Por ende, exhortamos a todos los principales actores políticos a que reanuden negociaciones serias”.
DiCarlo hizo sus declaraciones durante una reunión del consejo convocada por Rusia para apoyar el punto de vista del presidente venezolano Nicolás Maduro de que la incursión del 3 de mayo amenazó la paz en su país y la seguridad regional.
La operación en la localidad costera de Macuto se convirtió rápidamente en un éxito propagandístico para Maduro, cuyas fuerzas de seguridad interceptaron a la mayoría de los atacantes, entre ellos dos estadounidenses, que pretendían capturar al mandatario. Las autoridades informaron del arresto de más de 40 personas.
La incursión fue lanzada desde Colombia, pero los gobiernos estadounidense y colombiano han rechazado las acusaciones de Maduro de que ambos estuvieron detrás de la operación. El dirigente opositor Juan Guaidó, a quien Estados Unidos y unas cinco docenas de naciones más reconocen como el gobernante legítimo de Venezuela, también negó estar implicado en la operación.
El embajador adjunto de Rusia ante la ONU, Dmitry Polyansky, preguntó cómo es que Washington puede afirmar que no tuvo nada que ver con el operativo, tomando en cuenta que los atacantes planeaban llevarse a Maduro a ese país.
“¿Con qué propósito, puedo preguntar?, dijo. “¿Y que relación tiene esto con los incesantes mensajes del tipo de que 'todas las opciones están sobre la mesa' dirigidos por el gobierno estadounidense a Caracas, incluido el anuncio reciente de una recompensa de 15 millones de dólares por el presidente Maduro? ¿Quién más puede estar detrás de esta aventura de mercenarios?"
La embajadora estadounidense Kelly Craft rechazó lo que dijo son “acusaciones fantásticas y falsedades demostrables” del régimen “ilegítimo” de Maduro, diciendo que “Estados Unidos no ha ingresado a Venezuela y rechaza categóricamente todas las afirmaciones en sentido contrario”.
“Exhortamos al Consejo (de Seguridad) a que examine detenidamente el papel del régimen de Maduro en crear esta supuesta crisis, y en especial la intromisión del enorme aparato de inteligencia cubana en Venezuela”, afirmó.
Craft acusó al régimen de Maduro de haber perpetrado 7.000 ejecuciones extrajudiciales, utilizar los alimentos como arma política y estar implicado en actos de tortura y tráfico de personas.
Polyansky presentó al consejo el proyecto de una declaración de prensa sobre la reunión. Para su emisión, el texto necesitaba la aprobación de los 15 miembros, la cual no se consiguió.
La declaración habría dejado constancia del rechazo de los miembros del consejo al uso o amenaza del uso de la fuerza y reafirmando las resoluciones de las Naciones Unidas “sobre la condena al terrorismo en todas sus formas y manifestaciones y al uso de mercenarios”. También incluía un llamado a que la actual situación “sea resuelta mediante el diálogo entre los venezolanos, sin intromisiones, por la vía pacífica y medios políticos”.
El embajador venezolano Samuel Moncada solicitó al consejo que “determine la amenaza que las políticas belicistas de los gobiernos de Colombia y Estados Unidos representan para la paz de Venezuela y la región”.
Solicitó también al consejo “que reconozca los actos de agresión que se han cometido contra mi país y exija a los autores que pongan fin a sus prácticas delictivas, el uso o la amenaza del uso de la fuerza y la utilización de mercenarios y terroristas”.
Por su parte, el embajador colombiano Guillermo Fernández de Soto reiteró que su país “rechaza enérgicamente” las “falsas acusaciones con las que se pretende involucrar a las autoridades colombianas en acciones de uso de la fuerza que atentan contra el derecho internacional”.
“La restauración de la democracia en Venezuela es un propósito compartido y un imperativo moral”, agregó. “El Consejo de Seguridad puede tener la certeza de que Colombia no representa una amenaza para la paz y la seguridad internacionales”.