Chile enfrenta retos ante promesa de entregar alimentos
SANTIAGO, Chile (AP) — El presidente Sebastián Piñera prometió el domingo en Chile que su gobierno entregaría 2,5 millones de canastas de alimentos a unos diez millones de necesitados, pero a mitad de semana enfrentaba diversos desafíos. Por un lado, reunir los productos antes del inicio de la próxima semana; por otro, inquietud entre los chilenos.
“Es un es un proceso que tiene que ver no sólo con la capacidad de distribución, sino también con la capacidad de producción. Hoy día no hay en Chile esa cantidad de cajas de mercadería”, advirtió el miércoles el Intendente (gobernador) de Santiago, Felipe Guevara, pero no calmó los ánimos.
Las canastas, cuyo valor total es de unos 100 millones de dólares, incluirían entre otros artículos fideos, legumbres, aceite, arroz, jabón y detergentes. Varios alcaldes dijeron que hubieran preferido una transferencia directa a las familias de los 30.000 pesos (37 dólares) equivalentes al valor de cada canasta, para que también se favorecieran los negocios de barrio.
Ni las grandes cadenas de supermercados ni los productores están en condiciones de ofrecer rápidamente los productos de la canasta, que incluyen legumbres y azúcar que Chile importa.
No faltan quienes temen un alza de precios en los víveres más demandados. El alcalde de Santiago, Felipe Alessandri, se quejó el miércoles del alza de varios productos y pidió una fijación de precios como medida excepcional. El ministro de Economía, Lucas Palacios, rechazó la solicitud y adujo que fijar precios puede producir un quiebre en el abastecimiento y que muchos productos se vendan más caros en el mercado negro.
El gobierno dijo que los víveres se empezarán a entregar el fin de semana o a comienzos de la próxima. Piñera, quien dijo que las cajas se entregarían de casa en casa, pidió tranquilidad y comprensión.
Millones de personas en el mundo se han visto afectadas por las medidas de sus gobiernos para retardar la expansión del nuevo coronavirus, incluidas las cuarentenas obligatorias que frenaron las actividades económicas al desacelerar o paralizar todas las áreas no relacionadas con las actividades de primera necesidad. En Chile, centenares de miles de personas siguen sin poder laborar, especialmente los trabajadores informales, que dependen de un ingreso diario para comer. En torno al 28% de la fuerza laboral de nueve millones de personas son informales.
Tras el anuncio de Piñera, muchos necesitados fueron hasta sus municipalidades para pedir los alimentos y en la barriada pobre de El Bosque se registraron fuertes incidentes entre personas que exigían ayuda y grupos que apedrearon a la policía, que los dispersó con chorros de agua y gases lacrimógenos. El miércoles se registró otra protesta en la pobre barriada de La Pintana.