Surgen dudas de integridad de datos de COVID-19 de Florida
TALLAHASSEE, Florida, EE.UU. (AP) — La principal administradora del sitio web del estado de Florida sobre el coronavirus fue despedida el lunes tras un aparente desacuerdo sobre qué información debía hacerse pública, lo que pone de relieve lo mucho que se han entrelazado los datos de salud pública y la política a medida que los funcionarios electos intentan reabrir sus comunidades en medio de la pandemia de COVID-19.
El gobernador de Florida, Ron DeSantis, ha dicho que su decisión de comenzar la reapetura de su estado se sustenta en datos científicos, y que epidemiólogos federales han elogiado la publicación diaria de datos relacionados con COVID-19 por parte de su gobierno por ser especialmente detallados y fáciles de interpretar.
Sin embargo, volvieron a surgir interrogantes sobre la integridad de los datos de salud pública del estado cuando Rebekah Jones, gerente de sistemas informáticos del Departamento de Salud de Florida, anunció el viernes en un correo electrónico dirigido a investigadores que fue reasignada de sus labores como supervisora de un tablero virtual que ofrece gráficos actualizados diariamente sobre las infecciones, pruebas de diagnóstico y muertes por COVID-19 en Florida.
En preparación para la reapertura del estado, DeSantis ha arremetido contra los pronósticos pesimistas iniciales, al decir en semanas recientes que muchas de las camas de hospitales del estado están desocupadas y que algunos sitios para realizar pruebas de diagnóstico cerraron por la poca demanda.
Ha utilizado datos del tablero — incluyendo la tasa relativamente baja de personas que dan positivo al coronavirus — para lograr apoyo para reabrir el estado. Aun así, dijo, la reapertura se llevará a cabo en fases. Esta semana, restaurantes y tiendas pudieron abrir al 50% de su capacidad.
Sin embargo, el despido sirvió como nueva munición contra el gobernador republicano mientras defiende su manejo del brote de coronavirus. DeSantis también se ha convertido en blanco de críticas por su manejo del sistema de desempleo del estado, que colapsó por cientos de miles de residentes de Florida que súbitamente perdieron sus trabajos debido a la recesión económica provocada por el brote.
“Nos dijeron que la reapertura de Florida se basó en el análisis de los datos. Si esos datos estaban equivocados o manipulados, eso pone en riesgo de contagio de COVID-19 a incontables residentes”, dijo la representante estatal demócrata Tracie Davis, integrante de la Comisión de Salud de la Cámara de Representantes.
“Sabemos que nuestro estado se está reabriendo y ahora tenemos la interrogante de los datos”, agregó.
Jones fue reasignada el 5 de mayo, un día después de la introducción de la primera fase del plan de reapertura del gobernador. No quedó claro si a Jones le pedían que hiciera que Florida luciera más sólido en conformidad con los criterios de reapertura de la Casa Blanca. En ese momento, Florida mostraba una trayectoria descendiente de nuevas infecciones y cantidad de pruebas positivas — además de cumplir con el resto de los criterios federales.
En conferencia del prensa el martes, DeSantis desestimó el asunto y elogió al tablero, al que describió como un modelo nacional.
Posteriormente, la vocera del gobernador, Helen Ferre, dijo en un correo electrónico que Jones había “mostrado recurrentes insubordinaciones”, y afirmó que Jones había tomado “decisiones unilaterales para modificar el tablero de COVID-19 del departamento sin aportes ni aprobación del equipo epidemiológico o de sus supervisores”.
Jones, cuyo despido fue reportado en primera instancia por el periódico Florida Today, no pudo ser contactada para hacer comentarios.