Muere Bob Watson, quien llevó a Yanquis a Serie Mundial
Bob Watson, un toletero All-Star que se convirtió en el primer gerente general de raza negra en conquistar una Serie Mundial, con los Yanquis de Nueva York en 1996, murió. Tenía 74 años.
Los Astros de Houston, con los que Watson jugó sus primeras 14 temporadas en una carrera en el béisbol que se extendió seis décadas, anunciaron su fallecimiento el jueves por la noche. El equipo no ofreció detalles, pero el hijo de Watson, Keith, informó en Twitter que su padre murió en Houston por una enfermedad renal.
“Fue un All-Star en el campo de juego y un verdadero pionero fuera de él, admirado y respetado por todos con quienes jugó y trabajó”, indicaron los Astros en un comunicado. “Bob será extrañado, pero nunca olvidado”.
Watson, apodado “The Bull”, debutó en el cuadro All-Star de Grandes Ligas en 1973 y 1975, promedió al bate por encima de .300 en cuatro temporadas y remolcó al menos 100 carreras en dos años bateando en medio del orden de los Astros. También fue quien anotó la carrera un millón en la historia de Grandes Ligas —el 4 de mayo de 1975, frente a los Gigantes de San Francisco en Candlestick Park.
El comisionado Rob Manfred elogió a Watson como una “figura altamente consumada” y un “colega ampliamente respetado.” También destacó su labor con el Equipo de Asistencia del Béisbol, una organización sin fines de lucro que brindan ayuda a personas relacionadas en el béisbol que lo necesitan.
“Siempre recordaré el destacado ejemplo que Bob dejó para otros”, dijo Manfred en un comunicado el viernes.
Watson también jugó con Boston (1979), los Yanquis (1980–82) y los Bravos de Atlanta (1982–84), terminó su carrera con un promedio de bateo de .295, 184 cuadrangulares, 989 carreras producidas y 1.826 carreras anotadas ocupando mayormente la primera base y el jardín izquierdo. Watson también bateó para .371 en 17 partidos de postemporada en su carrera. Fue el primer pelotero en batear para el ciclo en ambas ligas —con Houston en 1977 y Boston dos años después.
Después de retirarse como jugador, Watson inició como entrenador y ayudó a los Atléticos de Oakland a llevarse el banderín de la Liga Americana en 1988, siendo entrenador de bateo para figuras como José Canseco y Mark McGwire.
Se convirtió en apenas el segundo gerente general de raza negra en la historia de Grandes Ligas —después que Bill Lucas (1976-79) lo hiciera con Atlanta— al ser contratado por los Astros en 1993.
Watson firmaría luego con el mismo puesto con los Yanquis en 1995, y fue quien realizó la polémica contratación de Joe Torre como manager del equipo. Watson y Torre guiaron a Nueva York dentro del campo pero ayudaron a armar el plantel que ganó la Serie Mundial en 1996.
A Watson le sobreviven también su esposa Carol y su hija Kelley.