Microcervecerías son golpeadas por la pandemia
MARSHFIELD, Vermont, EE.UU. (AP) — Las ventas de vino, licores y cerveza han aumentado durante la pandemia de coronavirus, pero no para algunas microcervecerías en Estados Unidos.
La cerveza artesanal, especialmente la producida por productores pequeños, es consumida a menudo en bares, restaurantes y tabernas, todas las cuales han cerrado en muchas comunidades del país. Aunque esos cerveceros pueden vender paquetes de botellas o barriles, dependen mayormente de esos establecimientos públicos para sus ventas.
Como resultado, varios cerveceros artesanales pequeños se han visto forzados a despedir empleados y botar grandes cantidades de su preciado producto. Muchos han optado por hacer entregas a domicilio o a la entrada de las cervecerías, pero aún esos pasos no compensan las pérdidas.
“COVID-19 ha sido devastador para los cerveceros artesanales pequeños e independientes en todo el país”, dijo Bob Pease, presidente y director general de la Asociación de Cerveceros, que dijo que conoce de cerveceros que han perdido sus negocios. Aproximadamente la mitad de los cerveceros encuestados en un sondeo de la asociación dijeron que tendrían que cerrar sus puertas si la cuarentena dura más de tres meses, de acuerdo con Pease.
Algunas cervecerías independientes más grandes, cuya cerveza es distribuida a supermercados y tiendas de licores, han registrado un alza en ese tipo de ventas durante la pandemia, pero aun así están perdiendo terreno sin sus instalaciones abiertas al público y con bares y restaurantes cerrados.
Las ventas para llevar de cervezas artesanales han subido 17% en el período de nueve semanas que concluyó el 2 de mayo comparado con el mismo período el año pasado, pero las marcas comerciales mayores están creciendo a un paso mayor, dijo Danelle Kosmal, vicepresidenta de bebidas alcohólicas para la Nielsen Company. Las ventas totales de cerveza, que incluyen bebidas de malta saborizadas, subieron 20%. Las ventas de vino subieron 30% y las de licores 34% en el mismo período, dice Nielsen.
En Jack’s Abby en Framingham, Massachusetts, conocida por su lager, el codueño Sam Hendler dijo que la compañía pudiera tener que tirar 380.000 litros (100.000 galones) de cerveza, pese a que está entre las cervecerías que vende a mercados y tiendas de licores. Ha despedido además a la mitad de sus empleados y las ventas cayeron 50% en abril frente al mismo mes del año pasado.