México anuncia plan para regresar a la “nueva normalidad”
CIUDAD DE MÉXICO (AP) — Tras 51 días de distanciamiento social para evitar la propagación del coronavirus, México anunció el miércoles un plan para regresar a la “nueva normalidad”, el cual estará regido por un semáforo de cuatro colores que representan el número de contagios en cada estado y las actividades permitidas.
La primera fase comenzará el 18 de mayo en 269 municipios en los que hasta ahora no se han registrado casos de la enfermedad COVID-19. Además, la construcción, la minería y la fabricación de vehículos pasarán a ser consideradas actividades esenciales en todo el país y podrán reanudar sus tareas. La segunda etapa, llamada de preparación, va del 18 al 31 de mayo y la tercera comenzará el 1 de junio, cuando se retomarán las actividades en el resto del país según el semáforo.
Si se encuentra en rojo sólo se podrán realizar labores esenciales; en naranja aumentarán paulatinamente el número de actividades no esenciales, y en amarillo se podrá acceder a lugares cerrados como templos, cines y teatros, pero en un nivel reducido de asistentes. En verde se podrán realizar todas las actividades, pero con medidas de control sanitario para evitar que se presente un rebrote.
El regreso a las escuelas sólo se dará con el semáforo en verde.
El subsecretario de Salud Hugo López-Gatell, vocero del gobierno federal para la pandemia, enfatizó por la noche que el plan de regreso a la “nueva normalidad” no es algo inamovible, sino una propuesta que podrá modificarse según la evolución de la transmisión del virus.
“Si algo no va bien nos regresamos o cambiamos el rumbo”, aseguró contundente tras alertar que, al liberar la actividad pública, es más que previsible que haya nuevos brotes y entonces habría que actuar de acuerdo a cada caso concreto.
Además, recordó que los gobernadores tienen competencias para modular las decisiones del gobierno federal a la hora de hallar un balance entre la salud pública y la economía si consideran que aún no ha llegado el momento de la apertura, y puso como ejemplo al gobernador de Puebla, uno de los principales centros de la industria automotriz en México.
El gobernador Miguel Barbosa se mostró contrario a la reanudación de actividades de las industrias de este sector en el territorio a su cargo, entre ellas la enorme planta de Volkswagen, porque conllevarían la movilización de muchísimas personas y “el repunte de contagios puede llegar a ser muy, muy alto y salirse de control”.
Hasta el miércoles por la noche México tenía más de 40.100 contagios confirmados y al menos 4.220 muertos.
Por su parte, Panamá también dio el miércoles el primer paso para la reanudación de algunas actividades económicas como el comercio en línea y la pesca.
Carlos Enrique Martínez, un mecánico de barco de 43 años, dijo a The Associated Press que ha sobrevivido haciendo trabajos esporádicos, "pero ha estado mala (la situación) porque la exportación de pescado aquí en Panamá es importante y eso ha golpeado mucho a los empresarios”. Mientras tanto, centenares de embarcaciones camaroneras se hacían a la mar en el puerto de Vacamonte, en el Pacífico panameño.
Los talleres de automóviles y los servicios de plomería y electricidad también estarán permitidos, siempre que los empresarios y cuentapropistas cumplan los requisitos exigidos por las autoridades de salud. El comercio minorista y mayorista, así como la poderosa industria de la construcción y el transporte aéreo, se mantendrán suspendidos.
Por otra parte, los padres podrán sacar a sus hijos a pasear un par de horas al día.
Panamá registra 8.783 contagios y 252 decesos.
En sentido contrario, el gobierno chileno restableció a partir del viernes una cuarentena total en el Gran Santiago, donde viven ocho de los 18 millones de chilenos, luego de que se registrara el mayor número de nuevos contagios en un día, 2.660. La capital concentra más del 70% de los 34.381 infectados y 347 decesos del país. Hasta ahora estaban en cuarentena obligatoria cinco de los ocho millones de santiaguinos.
Entre el 5% y el 10% de los nuevos contagiados podrían necesitar cuidados intensivos e intubación en los próximos días, presionando más a un sistema de salud que tiene cerca del 90% de sus camas de terapia intensiva y ventiladores mecánicos en uso.
“No tememos un colapso... si las medidas funcionan y son respetadas”, dijo el ministro de Salud, Jaime Mañalich, quien anunció que todos los mayores de 75 años están obligados a mantenerse en sus domicilios. Antes del miércoles la medida se aplicaba a los mayores de 80.
En tanto, muchas de las clínicas privadas de Santiago suspendieron la toma de muestras para la prueba que detecta la presencia del virus por falta de insumos. Mañalich dijo que la mayor demanda en los centros privados provocó esa carencia y que se les prestarán los materiales con la condición de que la apliquen sólo a quienes lo necesitan.
Estas pruebas son vitales para la política del gobierno de detectar a los infectados para aislarlos. Chile es uno de los países de la región que realiza más testeos: entre 6.000 y 11.000 diarios.
En los últimos días la mayoría de los nuevos infectados en Argentina -que hasta ahora ha reportado 6.242 contagios y 321 fallecidos- se han registrado en la capital y la poblada provincia de Buenos Aires.
“Antes teníamos infectados de clase media o alta, que eran los viajeros, pero hoy empieza a trasladarse a los lugares de las villas y hacinamiento”, indicó el ministro de Salud, Ginés González García. El funcionario señaló que el sistema de salud tiene suficiente margen para la atención de infectados, ya que más de la mitad de las camas de cuidados intensivos “están vacías y las camas generales están en un 43% de su ocupación”.
Mientras en Buenos Aires y las localidades cercanas el coronavirus toma terreno, en provincias del norte como Salta y Jujuy es casi inexistente.
En Salta las autoridades permitieron que bares y restaurantes retomen la actividad con una limitación en la cantidad de comensales, y también se autorizó la práctica de deportes individuales. En la provincia limítrofe de Jujuy pueden abrir confiterías, restaurantes y grandes centros comerciales. En todos los casos los empleadores deben garantizar que los trabajadores lleguen a sus centros laborales sin usar transporte público.
Por su parte, las autoridades colombianas manifestaron su preocupación por las violaciones a la cuarentena obligatoria.
En los últimos tres días en el departamento del Chocó fueron detenidas 20 personas en el interior de un negocio de venta de licores. En las redes sociales se detectan semanalmente varias invitaciones a fiestas en ciudades como Bogotá, Cali, Barranquilla e inclusive en la Isla de San Andrés.
El director de la policía, general Oscar Atehortúa, señaló que muchos colombianos respetan la cuarentena “pero otros no, parece que no supieran que el coronavirus es mortal”.
En el país hay 12.272 contagios y 493 fallecimientos.
Más tarde, el ministerio de Salud de Ecuador informó que en el país se registran 2.334 fallecidos y 1.544 personas que probablemente murieron por la misma causa, aunque no se les tomaron pruebas a tiempo, además de 30.486 contagiados. Hay 2.930 enfermos que recibieron el alta hospitalaria.
En Guatemala, el ministro de Salud Hugo Monroy confirmó que hay 1.313 casos de personas que dieron positivo a COVID-19, más 29 personas fallecidas.
Monroy agradeció a los médicos por ser los “héroes en primera línea”, luego de recientes denuncias de personal de salud de falta de insumos de protección para atender a pacientes contagiados.
La crisis también está afectando fuertemente a la industria hotelera. Hace una semana el reconocido hotel Camino Real cerró sus puertas aduciendo falta de capacidad para continuar operando, y el miércoles otro ícono de la hotelería guatemalteca, el Hotel Pan American en el centro histórico de la capital, también cerró.
Por otro lado, en Bolivia aumentaron las peticiones para que se levante la cuarentena dispuesta hasta fin de mes. A pesar de los esfuerzos del gobierno, en la región central de Cochabamba continuaba por segundo día un bloqueo a un vertedero de basura. Por la mañana vecinos protestaron en una marcha y pidieron alimentos.
El gobierno de la presidenta interina Jeanine Áñez determinó que desde el 10 de mayo la cuarentena la dispongan las autoridades regionales en las ciudades donde hay mayor riesgo.
“Los contagios se han incrementado en las ultimas semanas. La ciudades de Santa Cruz y Beni, en el oriente del país, reportan más casos", afirmó.
Un punto crítico es la cárcel de Palmasola, en Santa Cruz, donde se confirmaron cuatro fallecidos.
En Beni se informó de la muerte de un segundo médico, ante lo cual renunció el director del hospital habilitado para atender la enfermedad. Un 40% del personal ya se había retirado, ahondando la crisis sanitaria en esa ciudad.
El ministerio de Salud informó de 184 nuevos casos y 14 fallecidos, con lo que la cifra de contagios se eleva a 3006 y 142 decesos.
En América Latina se han registrado más de 397.000 contagios y más de 22.900 muertos.
El coronavirus ha infectado a más de 4,3 millones de personas y causado la muerte a más de 295.000 en todo el mundo, según el Centro de Ciencias e Ingeniería de Sistemas de la Universidad Johns Hopkins, que basa sus datos en los informes de los gobiernos y las autoridades de salud de cada país.