Guatemala: Llegan 89 deportados desde EEUU sin COVID-19
CIUDAD DE GUATEMALA (AP) — Un vuelo con 89 migrantes deportados desde Estados Unidos llegó el jueves a Guatemala, el primer traslado de este tipo luego de que las autoridades guatemaltecas suspendieran la recepción de esos aviones tras el arribo de al menos 100 personas contagiadas con el coronavirus.
Los recién llegados traen un certificado médico que asegura que no tienen la enfermedad COVID-19, confirmó el Ministerio de Salud, e indicó que se seleccionaron 10 personas al azar y de nuevo se les realizó la prueba del coronavirus, resultando negativa.
El que los migrantes deportados lleguen con un certificado desde Estados Unidos es el principal cambio en la manera en que el país del norte maneja sus vuelos de deportación a Guatemala, después de que el gobierno guatemalteco se negó a seguir aceptando esos aviones debido a que la mayoría de los ocupantes venían contagiados.
En un principio la cancillería guatemalteca había anunciado que el vuelo del jueves llegaba con 92 migrantes, pero al arribar el Instituto Guatemalteco de Migración confirmó que sólo llegaron 89, sin dar explicaciones del porqué no venían otros tres. Según migración en la aeronave arribaron 12 menores de edad y 77 adultos, todos procedentes de Texas.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Guatemala dijo que el vuelo del jueves no significaba que las deportaciones aéreas se habían reanudado oficialmente y que no sabían cuándo llegará otro avión, lo que deja entrever que tal vez era una prueba.
“Está bajo negociación”, señaló el ministerio.
El gobierno suspendió los vuelos a partir del 16 de abril después de que al menos 44 deportados en un vuelo del 13 de ese mes desde Luisiana dieron positivo al virus.
Recientemente el presidente guatemalteco Alejandro Giammattei llamó “vuelo maldito” al que llegó al país el 26 de marzo con 41 personas, casi todas contagiadas.
Antes de suspender los vuelos, Guatemala había solicitado a Estados Unidos certificados médicos que dieran fe de que los migrantes deportados habían sido examinados. Sin embargo, el requisito no se cumplió, dijo el mandatario.
El presidente estadounidense Donald Trump llamó a sus homólogos de Honduras y El Salvador el viernes pasado para ofrecerles estímulo y equipo médico mientras elogiaba su papel para controlar la inmigración. Giammattei, notablemente, no fue incluido en esas llamadas.
"A Estados Unidos le suena muy mal que un país pequeño nos queremos poner los moños y culparlos a ellos (de) que nos están enviando migrantes deportados y contaminados, aunque sea cierto”, dijo Renzo Rosal, analista político. “Se ve como una afrenta o mal mensaje que nosotros les digamos que nos están mandado gente enferma, porque los pone en evidencia. Aunque decirlo sea lo correcto, a Estados Unidos le queda mal”.