Italia completa reconstrucción de puente vehicular colapsado
ROMA (AP) — Casi dos años después de que un puente vehicular en Génova se desplomó y mató a 43 personas, trabajadores colocaron el martes la última pieza del puente de remplazo, en un hito elogiado por el primer ministro como un símbolo de unidad y esperanza en plena pandemia de coronavirus.
Mientras sonaban campanas y sirenas de niebla, la sección central del puente vehicular fue colocada por encima de casas y negocios ahora abandonados junto a la cuenca seca del río Polcevera. La instalación del segmento final representó la culminación del trabajo estructural para reunir dos partes de Génova, pero la reapertura formal del puente será hasta dentro de varios meses.
El primer ministro Giuseppe Conte hizo un inusual viaje desde Roma para asistir a la ceremonia, luego de escalas el lunes en Lombardía, la región del país más afectada por el coronavirus. Luciendo un casco de constructor y un chaleco reflector, Conte dijo que la finalización del puente “sutura una herida, reconectando una arteria fundamental al centro y el corazón de esta comunidad y esta ciudad”.
Dijo además que el nuevo puente provee una imagen de la fuerza y el ingenio italianos ante la tragedia que sirve de modelo en momentos en que Italia trata de emerger de la pandemia. Evocando el faro de Génova, un símbolo de la ciudad portuaria, Conte dijo que Génova arroja hoy una luz de esperanza sobre todo el país.
“Hoy, con esta luz desde Génova, le estamos dando un nuevo rostro a toda Italia”, dijo.
El puente está en el mismo lugar donde estaba el Ponte Morandi, demolido tras su desplome el 14 de agosto del 2018. El puente original, diseñado por el ingeniero Riccardo Morandi, fue construido en la década de 1960 era una vía clave para las comunidades costeras de Liguria y un lazo de Italia a Francia.
Una década tras la inauguración del puente, el mismo Morandi aconsejó dar mantenimiento continuo para evitar los efectos de la corrosión causada por el aire marino y la contaminación en el concreto. El derrumbe fue el más fatal de una serie de desastres de puentes en los últimos años y expuso el lamentable estado de la infraestructura en Italia.
