Investigadores se meten bajo la piel de "Joven de la perla"
LA HAYA, Holanda (AP) — Los investigadores se han metido bajo la piel de “La joven de la perla” usando una variedad de técnicas modernas de escaneo, pero no han logrado responder la pregunta clave sobre la enigmática figura del famoso cuadro de Johannes Vermeer.
“¿Quién era la chica?”, dijo Martine Gosselink, directora del museo Mauritshuis en La Haya, en una presentación en línea el martes sobre los nuevos hallazgos. “Lamentablemente no descubrimos quién era esta joven dama y si realmente existió. Pero sí nos acercamos un poco más a ella”.
Lo que el proyecto de investigación de 2018 reveló fueron detalles que incluyen cómo el maestro holandés de la Edad de Oro pintó a la chica y de dónde provienen sus pigmentos.
Incluso confirmó de una vez por todas que la joven tiene pestañas y develó que está pintada frente a una cortina verde que se ha desvanecido. Tal es el interés en esta pintura, que hasta el vello facial de la joven — o su aparente ausencia — es tema de debate académico.
Y los investigadores encontraron más que pestañas. Escaneos microscópicos también revelaron pequeños fragmentos de los pinceles de Vermeer incrustados en la piel de la chica.
La pintura fue colocada en una sala de vidrio construida a tal efecto a principios de 2018 para que los visitantes del museo pudieran ver cómo los investigadores y sus máquinas de alta tecnología escaneaban por completo la obra, que Vermeer completó alrededor de 1665 y que algunos llaman la “Mona Lisa” holandesa.
El público, sin embargo, tendrá que esperar para ver el cuadro estelar del museo en persona. El Mauritshuis, y otros museos y galerías holandesas, están cerrados debido a las restricciones para contener la pandemia del coronavirus.
Los hallazgos de la investigación, empero, fueron publicados en línea, junto con explicaciones de los que participaron en ella.
Entre otros, los escaneos mapearon el laberinto de pequeñas grietas que se han formado en la pintura con el tiempo. Esto permitirá al museo usar la investigación como referencia para monitorear la salud del lienzo en los años venideros.
Con un análisis de muestras microscópicas de pintura se pudo determinar dónde se originaron los pigmentos usados por Vermeer. El plomo blanco que forma el zarcillo proviene del distrito de Peak, en el norte de Inglaterra; el azul ultramarino de lapislázuli hallado en lo que hoy es Afganistán, y el rojo es cochinilla, hecho de insectos que viven en plantas cactus en México y Suramérica.
“Es sorprendente cuánto ultramarino de alta calidad Vermeer usó en el pañuelo de la chica”, dijo la custodia y líder del proyecto Abbie Vandivere. “Este pigmento azul era más valioso que el oro en el siglo XVII”.
Pero Vermeer no tuvo que recorrer el mundo para obtener sus materiales. Lo más probable es que los haya comprado en su pueblo de Delft.
Y los hallazgos no sólo revelan detalles sobre los materiales. “También nos hablan sobre el comercio holandés y mundial en el siglo XVII”, indicó Vandivere.
Asimismo, la investigación develó el orden en que el artista pintó a la joven sobre un lienzo tejido con una capa base gris.
Como si pudiera verse por encima del hombro de Vermeer mientras éste trabajaba, la investigación con luz infrarroja mostró que el artista empezó a componer la obra en tonos de negro y marrón. Entonces dibujó el contorno de la chica en líneas negras antes de trabajar desde el fondo verde hasta el plano principal: la piel de su rostro, su chaqueta amarilla, el cuello blanco, el pañuelo azul y, finalmente, los rápidos toques de blanco que conforman la perla. Por último, firmó en el extremo superior izquierdo del lienzo.
“Lamentablemente, la chica no ha revelado su identidad, pero llegamos a conocerla mejor”, dijo Gosselink.