COVID-19 refuerza advertencias sobre la desigualdad social
BALTIMORE, Maryland, EE.UU. (AP) — Las investigaciones del economista francés Thomas Piketty han contribuido a perfilar un debate sobre las consecuencias de concentrar mucha riqueza y propiedades en tan pocas manos.
Sus advertencias han llegado en un momento oportuno: la pandemia del coronavirus ha expuesto repentinamente, en tiempo real, el impacto humano de los datos y gráficos aparentemente abstractos que han producido sus investigaciones.
Ahora, Piketty ha publicado un nuevo libro, un manifiesto por el cambio político llamado “Capital e ideología”. En más de 1.100 páginas, argumenta que el grado de desigualdad de cualquier nación deriva directamente de decisiones políticas: decisiones que pueden ser revertidas si los gobiernos tienen la voluntad de hacerlo.
Su nueva obra sigue al lanzamiento a fines del año pasado de un documental inspirado en su libro anterior, su “best seller” internacional de 2014 “El capital en el siglo XXI”.
Con una velocidad asombrosa, la pandemia de COVID-19 ha causado un sufrimiento desproporcionado en las comunidades más pobres. Incluso en naciones ricas, la mayoría de los hogares se han vuelto repentinamente vulnerables a medida que aumentan los despidos y se agotan los ahorros.
Todo eso está intensificando las presiones políticas a medida que la nueva enfermedad expone cada vez más el alcance de la desigualdad en todas las sociedades, desde Estados Unidos hasta Italia y África occidental.
“Esta es una crisis que ilustra una desigualdad virulenta”, advirtió Piketty en una entrevista reciente en video desde su elegante apartamento parisino de paredes blancas.
Los economistas, incluidos algunos encuestados recientemente por la Universidad de Chicago, advierten que la pandemia agravará los ya altos niveles de desigualdad en Estados Unidos. Incluso si se tienen en cuenta los más de 2 billones de dólares que dará el gobierno en ayuda, el 84% de los economistas encuestados dijeron que los trabajadores de bajos ingresos sufrirían un mayor impacto en sus ingresos que las personas más ricas.
Por separado, el 91% dijo que la pandemia ampliaría las brechas en la calidad de la educación entre los hogares pobres y ricos. El 95% dijo que las muertes ocurrirían desproporcionadamente más entre los grupos desfavorecidos, como los trabajadores pobres y las minorías.
“Esta diferencia habría sido menos pronunciada si Estados Unidos tuviera atención médica universal”, opinó José Scheinkman, economista de la Universidad de Columbia.
El gobierno del presidente Donald Trump se ha opuesto al aumento en los impuestos a los ricos para amortiguar el daño económico a los pobres y la clase media. Su administración ha defendido los recortes a los impuestos como una solución a la desigualdad, bajo la premisa de que los impuestos más bajos inevitablemente impulsarán un crecimiento más rápido.
No está nada claro si la crisis de salud por el nuevo coronavirus forzará los tipos de cambios políticos en Estados Unidos y Europa que Piketty imagina.
Muchos votantes de la clase trabajadora se han puesto del lado del gobierno de Trump, al apoyar sus políticas comerciales de aranceles bajos y de freno a la inmigración. Piketty también señaló que ha surgido un cambio entre los votantes de clase trabajadora hacia una visión más nacionalista del gobierno en economías avanzadas como Francia y Alemania.
En las primarias presidenciales de este año, los votantes demócratas pasaron por alto a los senadores Bernie Sanders y Elizabeth Warren, quienes abogaban por aumentar los impuestos a los ricos. En su lugar, eligieron al ex vicepresidente Joe Biden, cuyas opiniones económicas son más centristas.
Retomando su estudio de la historia, Piketty sugirió que los votantes podrían adoptar ideas nuevas después de la crisis actual, o rechazarlas por completo y adoptar el nacionalismo más plenamente.
“En estos tiempos de crisis como la que tenemos hoy, hay diferentes trayectorias posibles que se pueden tomar”, dijo Piketty. “Realmente se podría ir en ambos sentidos”.