Ante presiones, no hay enfoque común sobre encierros
MADRID (AP) — Sin un plan de acción probado sobre cómo sacar a los países de los encierros decretados por la pandemia de coronavirus, el mundo está viendo un mosaico de enfoques. Las escuelas reabren en un país, siguen cerradas en otros. Las máscaras son obligatorias acá; apenas una recomendación allá.
Los niños siguen yendo a prácticas de fútbol en Suecia mientras que apenas salen a la calle en España. En Estados Unidos, el estado de Georgia iba a permitir que se reabriesen los salones de belleza, gimnasios y las boleras a partir del viernes mientras los hospitales estadounidenses siguen abrumados por emergencias causadas por el virus. En otras partes de mundo, el prospecto de un corte de cabello está lejos.
No existe un enfoque simple y común. Mientras gobiernos y científicos encuentran dificultades en la búsqueda de respuestas, enfrentando aún lo mucho que se desconoce, los individuos quedan ponderando decisiones potencialmente vitales.
En Francia, por ejemplo, el gobierno ha dejado en manos de los padres la decisión de si envían a sus hijos de regreso a la escuela cuando comience a ser aflojado el 11 de mayo el encierro nacional decretado el 17 de marzo.
“Es difícil decidir", dijo Helene Alston, una abogada francesa que tiene una hija y un hijo en la escuela secundaria. “Pienso que los enviaré a la escuela porque eso nos permite restaurar un poco de normalidad en nuestras vidas”.
Pero “no quiero ponerlos deliberadamente en una situación peligrosa”, dijo el viernes. “Pudiera cambiar de parecer”.
En España, los padres también enfrentan una decisión difícil: Si sus hijos pueden disfrutar de aire fresco por primera vez en semanas cuando el país comience el domingo a aflojar la prohibición total de que salgan de sus casas. Aún así, tendrán que atenerse a la regla de 1-1-1: No más de una hora al día, en un radio de un kilómetro de sus casas y con no más de un adulto a cargo.
“Creo que por lo menos el primer día va a ser una situación bastante estresante”, dijo Eva Novillo, que ha estado confinada con su esposa y su hija de 7 años, Emma, en Madrid por más de cinco semanas. “Vamos a estar todos muy histéricos con que no toquen nada, no se toquen la cara”.
El amaine del horrible brote español, que ha matado a más de 22.000 personas, hizo factibles las perspectivas de dejar que los niños salgan. El viernes, las autoridades de salud en el país contaron por primera vez a más personas recuperándose de la enfermedad en un período de 24 horas que nuevas infecciones.
““Son noticias buenas", dijo el director del centro de emergencias de salud Fernando Simón. “Obviamente la evolución de la epidemia está empezando a entrar en lo que tiene que entrar, con todo el esfuerzo que hemos hecho”.
El imperativo de reabrir es impulsado mayormente por razones económicas, ya que los encierros vapulean a las compañías y los cofres de los gobiernos . En una tendencia registrada en todo el mundo, unos 26 millones de estadounidenses han solicitado pagos por desempleo en cinco semanas, llevando el desempleo a un nivel inédito desde la Gran Depresión de los 30 y creando presiones sobre cómo y cuándo reabrir las operaciones.