La pandemia se agrava en Brasil y abruma los hospitales
RÍO DE JANEIRO (AP) — Los casos de coronavirus están abrumando a los hospitales, las morgues y los cementerios en todo Brasil mientras el país se encamina a convertirse en una zona de gran actividad de la pandemia.
Funcionarios médicos en Río de Janeiro y en cuando menos otras cuatro grandes ciudades han advertido que sus sistemas de hospitales están al borde del colapso, o ya demasiado abrumados para recibir a nuevos pacientes.
Los expertos de salud prevén que el número de infecciones en la nación de 211 millones de habitantes será mucho mayor de lo que se ha reportado debido a que las pruebas han sido insuficientes y se han demorado.
Mientras tanto, el presidente Jair Bolsonaro no ha mostrado indicios de flaquear en su insistencia de que el COVID-19 es una enfermedad relativamente menor y que no se requieren amplias medidas de distanciamiento social para detenerla. Ha dicho que solamente los brasileños que corren alto riesgo deberían ser aislados.
En Manaos, la ciudad más grande de la Amazonia, las autoridades dijeron que un cementerio se vio obligado a excavar fosas comunes porque ha habido muchos fallecimientos. Los trabajadores han estado enterrando 100 cadáveres diarios, el triple de los que llegaban antes de la pandemia.
Ytalo Rodríguez, un conductor de 20 años para una funeraria en Manaos, dijo que había recogido un cuerpo tras otro durante más de 36 horas, sin pausa, y que había tantas muertes que su empleador tuvo que añadir una segunda carroza.
Hasta ahora, el Ministerio de Salud ha confirmado casi 53.000 casos de COVID-19 y más de 3.600 fallecimientos. Según los cálculos oficiales, el jueves ha sido el peor día para el país, con unos 3.700 casos nuevos y más de 400 muertes, y el viernes estuvo casi igual de duro.
Los expertos advirtieron que el hecho de que las pruebas que se han aplicado sean insuficientes significa que el número real de infecciones es mucho más elevado. Y debido a que el procesamiento de las pruebas puede llevarse semanas, las cifras actuales en realidad reflejan las muertes que ocurrieron hace una o dos semanas, dijo Domingos Alves, profesor adjunto de medicina social en la Universidad de Sao Paulo, que está involucrado en el proyecto.
“Estamos viendo una fotografía del pasado”, afirmó Alves en una entrevista la semana pasada. “Por lo tanto, el número de casos en Brasil es incluso mayor de lo que estamos pronosticando”.
Científicos de la Universidad de Sao Paulo, de la Universidad de Brasilia y de otras instituciones dicen que la cifra real de gente infectada con el virus hasta esta semana probablemente oscila entre 587.000 y 1,1 millones de personas.
En un informe publicado hace algunos días, el Ministerio de Salud indicó que tiene la capacidad para examinar a 6.700 personas al día, muy por debajo de las aproximadamente 40.000 pruebas que requerirá cuando el virus alcance su punto de mayor propagación.
“Deberíamos hacer muchas más pruebas de las que estamos haciendo, pero el laboratorio aquí está trabajando a todo vapor”, dijo Keny Colares, especialista en enfermedades infecciosas del Hospital Sao José, en el estado nororiental de Ceará, quien ha estado asesorando a las autoridades estatales sobre la respuesta a la pandemia.
Mientras tanto, los trabajadores de salud apenas pueden con los casos que tienen.
En el estado de Río, todos salvo uno de siete hospitales públicos equipados para atender la enfermedad COVID-19 ya están llenos y sólo pueden aceptar nuevos pacientes cuando se recuperen los que ya tienen, o fallezcan, según la oficina de prensa de la secretaría de salud. El único hospital con espacios disponibles está ubicado a dos horas en automóvil del centro de la capital.
En la boca del Amazonas, las camas de terapia intensiva en la ciudad de Belem ya están todas ocupadas, según el sitio noticioso G1. Mientras el número de casos se eleva en la capital del estado Pará, su secretario de salud dijo esta semana que cuando menos 200 elementos del personal médico se han infectado, y está tratando de contratar a más doctores, reportó G1.
La ciudad de Río planea abrir el sábado su primer hospital de campaña, con 200 camas, la mitad de ellas para terapia intensiva. Otro hospital erigido junto al histórico estadio Maracaná ofrecerá 400 camas a partir del próximo mes.