UE: Fármacos usados en COVID-19 tendrían efectos secundarios
LONDRES (AP) — El regulador de medicamentos para la Unión Europea advirtió el jueves que el fármaco para combatir la malaria que está siendo usado de forma experimental como tratamiento contra el nuevo coronavirus tiene efectos secundarios potencialmente serios, incluyendo convulsiones y problemas cardíacos.
La Agencia Europea de Medicamentos (EMA, por sus siglas en inglés) informó en un comunicado que se sabe que la cloroquina y la hidroxicloroquina —dos medicamentos aceptados por el presidente estadounidense Donald Trump y otros como un potencial tratamiento contra el COVID-19— causan problemas de arritmia cardíaca, especialmente al ser combinados con otros fármacos.
Actualmente no existe un tratamiento autorizado para el COVID-19 y docenas de pruebas se llevan a cabo a nivel mundial. La cloroquina y la hidroxicloroquina han sido usadas durante mucho tiempo contra la malaria y como antiinflamatorios para tratar enfermedades como la artritis reumatoidea. Además de los problemas cardíacos, ambos medicamentos también pueden causar daños hepáticos y renales, convulsiones y bajo nivel de azúcar en la sangre.
“Los datos clínicos siguen siendo muy limitados e inconclusos, y los efectos beneficiosos de estas medicinas en el COVID-19 no han sido demostrados”, sostuvo la EMA. Subrayó que varias pruebas clínicas sobre la efectividad de ambos medicamentos para combatir el coronavirus usan dosis más altas que las recomendada, lo cual podría aumentar el riesgo de sufrir efectos secundarios, incluyendo actividad eléctrica anormal que pudiera alterar el ritmo cardíaco.
A principios de este mes, parte de un estudio en Brasil fue suspendida después de que los médicos detectaron que una cuarta parte de los pacientes que tomaban cloroquina presentaban arritmia cardíaca después de tomarla en dosis altas.
La EMA pidió a médicos y pacientes reportar cualquier posible efecto secundario por el uso de cloroquina e hidroxicloroquina a las autoridades de sus respectivos países.
“Estos (medicamentos) no deben usarse sin una receta médica y sin la supervisión de un doctor”, afirmó la agencia.