AI pide a la Premier que investigue a Arabia Saudí
Amnistía Internacional le escribió a la Liga Premier de Inglaterra para exigirle investigar las violaciones de derechos humanos por parte de Arabia Saudí antes de decidir si aprueba que los recursos del país se utilicen para adquirir el Newcastle.
El Fondo Público de Inversión de Arabia Saudí está buscando la aprobación de la Liga Premier para tomar el control del equipo del noreste de Inglaterra, que está en manos del empresario Mike Ashley, como dueño mayoritario. La propuesta de adquisición de 300 millones de libras (370 millones de dólares) será en conjunto con los multimillonarios hermanos Reuben y la financiera Amanda Staveley.
El Fondo es supervisado por el príncipe heredero saudí Mohammed bin Salman, quien de acuerdo con Amnistía Internacional ha estado involucrado en numerosas violaciones a los derechos humanos.
La Liga Premier no cuenta con un criterio de normas sobre derechos humanos al momento de determinar la viabilidad de un nuevo dueño.
“Mientras las preguntas sigan sin respuesta, la Liga Premier está en peligro de ser explotada por aquellos que quieran utilizar el glamur y prestigio del fútbol inglés para encubrir acciones que son inmorales, incumplen con las leyes internacionales y entran en conflicto con los valores de la Liga Premier y la comunidad global del fútbol”, dijo la directora de Amnistía Internacional en el Reino Unido Kate Allen en su carta que envió el lunes al director ejecutivo de la Premier Richard Masters.
Amnistía Internacional mostró su preocupación con Masters sobre el asesinato del periodista Jamal Khashoggi, ocurrido en 2018 dentro del consulado saudí en Estambul, mientras persisten las dudas de la culpabilidad del príncipe heredero.
Agnes Callamard, relatora de las Naciones Unidas y quien encabezó la investigación sobre el asesinato, pidió sanciones contra el príncipe Mohammed y dijo que la responsabilidad del asesinato de Khasshogi recae en Arabia Saudí.
La Liga Premier puede bloquear nuevos dueños si “con la opinión razonable de la junta” se determina que “estuvieron involucrados en una conducta fuera del Reino Unido” que hubiera llevado a una condena en el país europea de haber ocurrido ahí.
El juicio contra 11 personas en Arabia Saudí se realizó en completo secreto y no incluyó al consejero del príncipe en ese momento —Saud al-Qahtani, quien fue sancionado por Estados Unidos por su papel en orquestar la operación.