Rusia y Europa chocan por reporte de armas químicas en Siria
NACIONES UNIDAS (AP) — Rusia, un estrecho aliado de Siria, chocó el miércoles con los países europeos en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas por un reporte del organismo global que monitorea el uso de armas químicas, que atribuye a la fuerza aérea siria una serie de ataques con gas sarín y cloro contra una población controlada por rebeldes en 2017.
Moscú afirmó que el documento “carece de base”, mientras que los europeos reclamaban que se exigieran responsabilidades por las acciones de Damasco.
En un informe de 82 páginas publicado el 8 de abril, un equipo de investigación de la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPCW, por sus siglas en inglés) dijo que la fuerza aérea siria arrojó bombas que contenían o gas sarín o cloro sobre un hospital y campos de cultivo en la localidad central de Latamneh, hiriendo a unas 70 personas y matando al menos a tres, un cirujano y otras dos víctimas.
Los choques entre Rusia y los europeos ocurrieron en la reunión mensual sobre armas químicas en Siria, que se celebró a puerta cerrada. Rusia, Alemania, Gran Bretaña y Estonia distribuyeron las comparecencias de sus embajadores.
La responsable de desarme de Naciones Unidas, Izumi Nakamitusu, infirmó al consejo y detalló los hallazgos del reporte, insistiendo en que eran “profundamente perturbadores”, según el portavoz de Naciones Unidas Stephane Dujarric.
El equipo de investigación concluyó que “hay fundamentos razonables” para creer que los responsables del uso de gas sarín en Latamneh el 24 y 30 de marzo y de cloro el 25 de marzo de 2017 formaban parte de la Fuerza Aérea Árabe Siria, según el coordinador de la OPCW, Santiago Oñate-Laborde.
Cuando se publicó el reporte, un miembro del Ministerio sirio de Exteriores dijo que “Siria condena en los términos más firmes lo que se afirma en el reporte” y “niega categóricamente que empleara gases tóxicos en la localidad de Latamneh o en cualquier otra ciudad o pueblo sirio”, según declaraciones citadas por medios estatales.
Las autoridades sirias rechazaron cooperar en las pesquisas, según el reporte.
La investigación incluyó entrevistas con testigos, análisis de muestras tomadas de lugares atacados y un análisis de los síntomas reportados por personal médico y personas afectadas, así como un estudio de imágenes como fotografías por satélite.
“La exigencia de responsabilidades es esencial y la impunidad por estos espantosos crímenes no es una opción”, dijo al consejo el viceembajador alemán ante la ONU, Jurgen Schulz, criticando las “acusaciones sin fundamento para socavar la legitimidad de la OPCW” y la labor de sus expertos.