Escuelas de samba de Río cosen trajes médicos contra virus
RIO DE JANEIRO (AP) — Las escuelas de samba de Río de Janeiro suelen pasar el año cosiendo frenéticamente los disfraces para el impresionante Carnaval de la ciudad. Ahora, esos ágiles dedos trabajan para proteger vidas, elaborando trajes de protección para los empleados de salud que enfrentan una oleada de pacientes con coronavirus.
El doctor Wille Baracho llevó rollos de tela al taller de la escuela de samba Unidos de Padre Miguel, en la favela Vila Vintem, el martes. En el interior, las costureras, sentadas en sillas de plástico, se afanaban en transformar el tejido beige y amarillo claro en ropa médica.
La iniciativa comenzó con Baracho y uno de sus compañeros en el servicio de urgencias de un hospital cercano donde vieron escasez de materiales. Los dos forman parte de la junta de Padre Miguel y vieron una oportunidad para redireccionar el trabajo. La ciudad colaboró donando miles de metros (yardas) de tela, y las costureras comenzaron su labor el viernes.
“Tenemos algunos amigos que ya han muerto, algunos que están de baja o infectados con la enfermedad”, señaló Baracho, agregando que ha encontrado más satisfactorio elaborar equipos médicos que los brillantes trajes habituales. “Creo que todo el mundo aquí dirá eso. El Carnaval es una alegría diferente: diversión, un placer. Esto es una misión”.
La escuela de samba Unidos da Vila Isabel se unió a la iniciativa el martes, con dos costureras trabajando en un almacén. Detrás de ellas, los enormes tocados de plumas azules y verdes descansaban en el suelo.
Otras empezarán a coser pronto, tanto de Vila Isabel como de otras partes, y se espera que las escuelas más conocidas de la ciudad se sumen, dijo Eneida Reis, directora ejecutiva de ayuda en RioSaude, una empresa pública que administra los centros de salud municipales.
Toda ayuda es bienvenida. Solo en uno de los hospitales municipales que tratan a pacientes con COVID-19, la enfermedad provocada por el coronavirus, los médicos y enfermeras pueden gastar unos 2.000 trajes desechables al día, según funcionarios de la ciudad.
Esta no es la primera iniciativa de Río para canalizar el espíritu del Carnaval en la lucha contra el coronavirus. El lugar donde compiten las escuelas de samba, el Sambódromo, empezó a acoger a personas sin hogar, consideradas especialmente vulnerables durante el brote.
Río tiene el segundo peor foco de COVID-19 del país, con 1.250 casos confirmados, además de unos pocos cientos más en su zona metropolitana, señaló la Secretaría de Salud estatal.
En la mayoría de los pacientes, el coronavirus causa síntomas leves o moderados, como fiebre o tos, que desaparecen en unas dos o tres semanas. Pero puede derivar en enfermedades más graves, como la neumonía, e incluso en la muerte, especialmente en mayores y personas con problemas de salud preexistentes.
En el taller de Padre Miguel, Jucelia Abreu y sus compañeras pasan la tela por sus máquinas de coser y cortan los hilos. Otros miembros de la escuela de samba hacen lo mismo desde sus casas. En total, el equipo elabora unos 450 trajes al día.
“Los directores nos preguntaron si estaríamos dispuestas a ser voluntarias, y yo acepté porque es muy gratificante ayudar a la gente”, dijo Abreu a través de una mascarilla. “Tenemos que ayudar”.