Coronavirus: Restaurantes de Bogotá alimentan a pobres
Emiliano Moscoso trata de contener las lágrimas.
Su cadena de restaurantes, Sierra Nevada, sirve hamburguesas y malteadas en Bogotá, donde mucha gente pasa hambre porque perdió su trabajo en medio de la pandemia de coronavirus.
Moscoso llora por esta gente. Pero se seca las lágrimas y se pone manos a la obra.
Creó un “Menú Solidario” en sociedad con el servicio de entregas Rappi. La gente puede hacer pedidos de comida y pagar por la internet, que sus empleados preparan y llevan a familias de barrios pobres.
Moscoso calcula que más de la mitad de las hamburguesas que prepara van a migrantes venezolanos que le escaparon al hambre en su país. Muchos corren más peligro de contraer el virus porque viven en albergues hacinados o no tienen techo. A menudo trabajan en el sector informal de la economía colombiana, vendiendo desde flores hasta lapiceras en las calles de las ciudades grandes.
"Hice una entrega de 600 hamburguesas en dos barrios complicados de Bogotá”, relató Moscoso. “Había familias que llevaban días sin comer".
"Es muy fuerte lo que ya está pasando con solo nueve días de paro. No quiero pensar qué va a pasar con 20, 30 o 40 días, y la gente que no va a poder salir a la calle a buscar algún sustento”.
Hasta ahora, según cifras oficiales, hay 798 personas contagiadas y 14 muertes en Colombia.
Igual que en otras naciones de América Latina, el sistema de salud pública está abrumado y le cuesta encontrar camas para los pacientes, respiradores y personal para atender a todas las personas que presentan complicaciones.
“Aquí en América Latina hay mucha preocupación porque el estado no tiene los recursos para alimentar a la población. Entonces un poquito lo que estamos haciendo es apelar a la solidaridad de las personas tal vez un poco más pudientes, para que puedan comenzar a comprar menús solidarios para las personas que lo van a requerir", señaló Moscoso.
Colombia ha tomado severas medidas para controlar el virus, suspendiendo los vuelos internacionales, cerrando escuelas y ordenando una cuarentena nacional hasta el 13 de abril.
Restaurantes, cafés y tiendas sufren un duro golpe. Moscoso cerró sus restaurantes voluntariamente el 16 de marzo, aunque sigue ofreciendo comidas para llevar y haciendo entregas a domicilio.
Dice que no gana dinero con el Menú Solidario y que piensa mantener a su personal activo. No quiere despedir a nadie, incluidos algunos empleados con el síndrome de Down o que están sordos.
Moscoso afirma que le sorprende la solidaridad de extraños, entre ellos dueños de restaurantes y otros que le han ofrecido sumarse a su iniciativa.
“Nuestras líneas están a reventar de gente buscando ayudar. Es muy fuerte. Muy fuerte”, expresó. “Entre todos tenemos que construir cosas mejores. Tomar esto como una oportunidad, hacer un stop, replantear algunas cosas, y seguir para adelante construyendo un mundo mejor".
___
La reportera de la Associated Press Christine Armario colaboró en este despacho.
___
La cobertura de la Associated Press de noticias religiosas recibe el apoyo del Lilly Endowment a través de la Fundación de Noticias Religiosas. La AP es la única responsable del contenido.