Árbitros mexicanos, privilegiados en Latinoamérica

Árbitros mexicanos, privilegiados en Latinoamérica
Un grupo de árbitros ingresa a la cancha del estadio Azteca de la Ciudad de México previo al partido entre América y Cruz Azul de la liga mexicana, el domingo 15 de marzo de 2020. (AP Foto/Eduardo Verdugo)

CIUDAD DE MÉXICO (AP) — En México, a diferencia de otros países de Latinoamérica, los árbitros no lo están pasando tan mal por la suspensión de su liga de fútbol debido al coronavirus. Al menos por ahora.

Los jueces mexicanos lograron hace algunos años que se les pagara un sueldo fijo, algo que sus colegas en el resto del continente no tienen, y eso les ayuda a sobrellevar la situación mientras se reanudan las competencias. La actividad en México fue interrumpida el 15 de marzo para frenar el avance del nuevo virus.

“El árbitro mexicano tiene una ventaja, quizá mínima, pero esa ventaja porque recibe un sueldo de garantía y ese no se les deja de pagar”, dijo Arturo Brizio, el presidente de la Comisión de Arbitraje de México. “En el momento que la liga retorne a la normalidad ellos volverán a cobrar sus honorarios normales”.

El sueldo mensual para un árbitro con gafete FIFA en México es de alrededor de 1.500 dólares y para el resto de la máxima categoría ronda en los 1.300.

Contando todas las categorías en México — primera, segunda, tercera y cuarta, además de la liga femenina y los responsables del VAR — hay unos 700 árbitros en el país.

“Desde hace varios años se logró que se tuviera esa entrega fija mensual, además del pago por partido”, agregó Brizio.

En el pasado, los jueces mexicanos debían dedicarse a otras profesiones para poder mantener a sus familias. La extinta asociación mexicana de árbitros logró conseguir que eso cambiara hace algunos años y se autorizara un pago fijo, además de los pagos por partidos.

Por arbitrar un partido, un juez se lleva una cifra que ronda los 2.000 dólares, los auxiliares 1.000 y 500 para el cuarto oficial.

“Estamos haciendo intentos muy fuertes, para que el arbitraje sea más profesional”, dijo Brizio. “Es un hecho que el árbitro no es el futbolista, no vive exclusivamente del fútbol, aunque habrá quién si lo haga, pero hay otros que tienen más forma de ganarse la vida”.

Aunque México apunta a mejorar, la realidad es que sus silbantes son privilegiados.

También es el caso de Argentina, donde los salarios de los árbitros se han depositados sin recortes. Un árbitro de primera división cobra en promedio el equivalente a unos 1.000 dólares por mes. Si es juez internacional, se le paga el doble.

Pero en Colombia los jueces viven una crisis porque sin fútbol se quedaron sin ingresos.

“Nosotros somos prestadores de servicios, somos trabajadores independientes y como todo trabajador independiente estamos sujetos a nuestro trabajo para tener ingresos, por ahora cada uno está realizando esfuerzos para mantener la situación en casa lo mejor posible”, dijo el árbitro colombiano Nicolás Gallo, quien tiene gafete FIFA. “Algunos de los árbitros tienen otro trabajo para sostener a sus familias, son profesores, empleados de empresas, o tienen otra actividad, pero pasan los días y es más difícil mantener a las familias sin ingresos, ya que los ahorros se acaban”.

Durante la temporada, un central en Colombia cobra 475 dólares por encuentro y un abanderado casi 350, mientras que en la segunda división el central gana unos 250 dólares.

“¡Hagan algo! El 80% de los árbitros que conforman el panel en Colombia en la A y B, no tiene otro ingreso para el sustento de sus familias”, escribió el exárbitro José Borda en su cuenta de Twitter. “Por estos días, además de marginados están solos”.

En Brasil, otra de las ligas más importantes del continente, los árbitros tampoco son profesionales y cobran sólo por cada actuación.

El presidente de la Asociación Nacional de Réferis de Fútbol (ANAF), Salmo Valentim, mandó una carta a la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF) en la que pide un adelanto de tres meses para poder salir adelante en la crisis.

El torneo brasileño también se detuvo el 15 de marzo y el ministro de salud ha dicho que tomará unos tres meses una probable reanudación de las actividades cotidianas.

La CBF aceptó pagar 6.000 reales (unos 1.150 dólares) a los jueces con gafete FIFA, alrededor de 600 a los de categoría A y B, más 286 a los que están en las categorías C y D, que equivalen a tercera y cuarta división.

Los montos son un anticipo que será descontado cuando se reanuden actividades.

En Venezuela, voceros de la Federación Venezolana de fútbol y varios equipos, informaron que no existe una dieta fija para los árbitros, quienes en su mayoría son profesionales en otras áreas y su sueldo es por partido dirigido.

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Los periodistas de AP Jairo Anchique en Bogotá, Débora Rey en Buenos Aires y Jorge Rueda en Caracas colaboraron en este despacho.

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