Muchos funcionarios no siguen recomendaciones contra virus
WASHINGTON (AP) — El Departamento de Estado aconseja no viajar al exterior debido al coronavirus, pero eso no le impidió al titular de dicha agencia, Mike Pompeo, volar a Afganistán hace unos días.
Los gimnasios de la capital están cerrados, pero el senador Rand Paul, un oculista, pudo hacer ejercicios en el Senado el domingo mientras aguardaba los resultados de una prueba para coronavirus. Dio positivo.
¿El consejo de no estrechar manos? No se aplica al presidente Donald Trump, que sigue buscando el contacto personal a pesar de que los funcionarios de salud de su propio gobierno le dicen que eso facilita la propagación del virus. ¿Guardar la sana distancia? En las conferencias de prensa diarias en la Casa Blanca, Trump y otros funcionarios se aglomeran en una tribuna estrecha.
Mientras gran parte del país se encierra, haciendo caso a los consejos de los expertos y las directivas de los gobiernos estatales, algunos poderosos en Washington violan las normas preventivas que buscan contener la epidemia. Esta actitud de llevar una vida normal se contrapone a las restricciones que aplican a la mayoría de los estadounidenses y a los mensajes del mismo gobierno.
Algunos expertos en conducta humana dicen que esa mentalidad de “haz lo que yo digo, mas no lo que yo hago” es propia de los funcionarios poderosos, quienes tienden a creer que las normas públicas no valen para ellos o que pueden disociar fácilmente sus actos de lo que consideran lo más conveniente para los demás.
“Cuando tenemos mucho poder, nos consideramos excepcionales, como si las normas no se aplicaran a nosotros”, dijo el profesor Maurice Schweitzer, estudioso de la conducta en la toma de decisiones. “Tendemos a hacer lo que queremos porque no nos sentimos obligados como sucede con la gente menos poderosa”.
En el caso de Pompeo, el departamento dice que el viaje no anunciado era necesario y urgente debido a que el torbellino político en Afganistán amenazaba un acuerdo de paz reciente entre Washington y el Talibán. Pompeo fue y regresó sin haber logrado un acuerdo para compartir el poder.
A la gente que viajaba con Pompeo se les tomó la temperatura y se les entregó un bolso con cubrebocas, gel para manos, toallas de cloro y termómetros descartables. Un funcionario médico dijo a la prensa que Pompeo y su séquito no guardarían cuarentena al regresar porque no se considera a Afganistán un país de alto riesgo y se controlaron sus movimientos.
En la mayoría de la gente, el nuevo coronavirus provoca síntomas leves o moderados que desaparecen en dos a tres semanas. En algunas personas, sobre todos los adultos mayores y las que padecen trastornos de salud subyacentes, puede provocar enfermedades más graves, como la neumonía, e incluso la muerte.
La conducta de otros funcionarios también ha generado críticas.
Preguntado en una entrevista con la revista Science acerca de la costumbre de Trump de estrechar manos, el doctor Anthony Fauci, director del Instituto Nacional de Alergias y enfermedades infecciosas, dijo que su consejo al personal de la Casa Blanca es, “no debemos hacer eso. Deberíamos separarnos físicamente un poco más en esas conferencias de prensa”.