Corte: Londres no debe dar a EEUU evidencia sobre islamistas
WASHINGTON (AP) — Un alto tribunal británico prohibió el miércoles al gobierno que entregue a fiscales estadounidenses evidencia contra dos extremistas islámicos sospechosos de decapitar a rehenes occidentales, argumentando que los mismos pudieran enfrentar la pena de muerte.
El fallo de la Corte Suprema del Reino Unido anula una decisión de las autoridades del país de cooperar con Estados Unidos proveyéndole información sobre El Shafee Elsheikh y Alexanda Kotey. Los dos británicos, capturados en Siria hace dos años por una milicia respaldada por Estados Unidos, están acusados de pertenecer a una facción del grupo Estado Islámico conocida por hacer decapitaciones y por maltratar a trabajadores humanitarios, periodistas y otros rehenes en Siria.
La decisión es un revés para el Departamento de Justicia de Estados Unidos, cuyos funcionarios han estado investigando los asesinatos. Las autoridades en Washington no han anunciado los cargos contra los dos hombres, pero han expresado públicamente su deseo de ver a miembros de la célula, conocida como “The Beatles” por sus acentos británicos, enfrentar la justicia. Los dos hombres fueron transferidos a custodia estadounidense en octubre.
“Estamos decepcionados por la decisión de la Corte Suprema británica y ponderamos los próximos pasos apropiados”, dijo el portavoz del Departamento de Justicia, Marc Raimondi. “Mientras continúa nuestra investigación de estos individuos, seguiremos trabajando con nuestras contrapartes británicas en la ruta a seguir, coherente con nuestro compromiso común para garantizar que aquellos que cometen actos de terrorismo sean castigados por sus crímenes”.
No estaba claro cuáles serían esos pasos, ni si la decisión en Londres hará que el Departamento de Justicia retire la posibilidad de la pena de muerte de un juicio eventual. El secretario de Justicia William Barr dijo en una reunión privada el año pasado con familiares de las víctimas que quería que los extremistas fuesen presentados ante la justicia.
Aunque la pena de muerte ha sido abolida en el Reino Unido, las autoridades británicas estaban dispuestas a proveer a sus contrapartes estadounidenses evidencia contra Elsheikh y Kotey, aun sin tener garantías de que los hombres no serían ejecutados si eran declarados culpables.
Algunos funcionarios británicos dicen que no está bien retener evidencia dada la naturaleza horripilante de las acusaciones, pero algunos legisladores llamaron al gobierno a reservar su posición.