HRW denuncia torturas a niños de las fuerzas egipcias
EL CAIRO, Egipto (AP) — Las fuerzas de seguridad egipcias bajo el gobierno del presidente, Abdul Fatá el-Sisi, han detenido de forma arbitraria, torturado y hecho desaparecer de forma forzosa a niños a partir de 12 años mientras jueces y fiscales miran para otro lado, según dijo el lunes un grupo internacional de derechos.
Human Rights Watch pidió a Estados Unidos, Francia y la Unión Europea que dejen de apoyar a las fuerzas de seguridad egipcias hasta que las autoridades tomen medidas perceptibles para poner fin a los abusos y exigir responsabilidades a los responsables.
“Los niños describen ahogamientos simulados o electrocuciones en la lengua o los genitales, y aun así las fuerzas de seguridad egipcias no afrontan consecuencias”, dijo Bill Van Esveld, director asociado de derechos de los niños en HRW.
No fue posible contactar con un portavoz del Ministerio egipcio del Interior, del que depende la policía.
En un reporte de 43 páginas, el grupo con sede en Nueva York dijo haber documentado abusos contra 20 niños que tenían entre 12 y 17 años cuando fueron detenidos. Quince de ellos dijeron haber sido torturados antes del juicio, normalmente durante interrogatorios mientras se les retenía en aislamiento, dijo HRW.
Siete niños dijeron que los agentes les torturaron con electricidad, lo que incluía pistolas eléctricas, añadió el grupo.
Un niño citó a un chico detenido con 16 años y que había dicho a un familiar que temía que “nunca se casaría o podría tener hijos” debido a lo que le habían hecho las fuerzas de seguridad durante su detención.
HRW señaló que su personal y Belady, una organización no gubernamental que ayuda a niños sin hogar, verificaron las declaraciones de los niños, sus familias y abogados defensores empleando documentos judiciales, peticiones a las autoridades, historiales médicos y videos.
“Los espantosos testimonios de estos niños y sus familias revelan cómo la maquinaria de represión egipcia ha sometido a los niños a graves abusos”, dijo Aya Hijazi, codirectora de Belady.
Hijazi tiene doble ciudadanía estadounidense y egipcia y ha estado casi tres años detenida por acusaciones relacionadas con Belady, que significa “nuestra nación” en árabe. Fue detenida en mayo de 2014 junto con su esposo y otras seis personas por cargos de abusos contra menores. Fue absuelta y liberada tres años más tarde.
El reporte de HRW señalaba que Belal B. tenía 17 años cuando agentes de seguridad egipcios le detuvieron y le pusieron en prisión en solitario en una comisaría de El Cairo.
“No sabía nada de mis padres y ellos no sabían nada de mí”, dijo a HRW. Los agentes “me ataron a una silla durante tres días”, lo que le causó un gran dolor, añadió.
El grupo afirmó que la justicia penal egipcia no ha “investigado seriamente las acusaciones de los niños de tortura y maltrato”. En un caso, señaló el reporte, un fiscal amenazó con enviar a un chico “de vuelta al agente” que le había torturado si se negaba a confesar.
Desde que el Ejército derrocó en 2013 a un presidente electo pero divisivo, Mohammed Morsi, miembro de la Hermandad Musulmana, el gobierno egipcio ha lanzado una campaña contra la disidencia, encarcelado a miles de islamistas junto con activistas seculares partidarios de la democracia. También ha impuesto estrictos controles sobre los medios y retirado libertades ganadas en un alzamiento popular en 2011