Siria se prepara para cuarentenas para combatir el virus
DAMASCO (AP) — Los sirios se apresuraron aprovisionarse el lunes de comida y combustible, temiendo que las autoridades endurecieran más las medidas de contención tras confirmar el primer caso de coronavirus en el país, donde una década de guerra civil ha diezmado el sistema de salud.
La llegada de la pandemia global a Siria y a la Franja de Gaza ha aumentado el temor a que pudiera propagarse sin control en algunas de las zonas más vulnerables de Oriente Medio. También son motivo de preocupación Libia y Yemen, devastadas por la guerra y que aún no han identificado ningún caso.
El peor brote de la región se registraba en Irán, donde la televisora estatal informó el lunes de otras 127 muertes, elevando el total a 1.812 fallecidos con más de 23.000 casos confirmados. Irán, sujeta a duras sanciones estadounidenses, ha recibido críticas generalizadas por no imponer medidas de cuarentena más estrictas.
El lunes se formaron filas ante tiendas de alimentación, bancos y gasolineras de la capital siria, Damasco, mientras la gente se preparaba para cierres más estrictos. El gobierno ya había cerrado restaurantes, cafeterías y otros negocios, además de suspender el transporte público.
El famoso zoco de Hamidiyeh, una red de mercados cubiertos en el casco antiguo de la ciudad, quedó desierto después de que el gobierno ordenara el cierre de todas las tiendas el domingo.
Las autoridades indicaron que los pasos fronterizos con Líbano y Jordania cerrarían al mediodía. El aeropuerto internacional de Damasco tenía previsto suspender el tráfico aéreo comercial cuando llegara un último vuelo desde Moscú. Los diarios estatales sacaron su última edición impresa y solo estarían disponibles a través de internet.
Países de todo Oriente Medio han impuesto restricciones a la vida cotidiana en un esfuerzo de contener la pandemia. Muchos han cerrado sus fronteras y cancelado vuelos.
Emiratos Árabes Unidos, donde se encuentra el aeropuerto internacional más transitado del mundo, anunció el lunes por la mañana que suspendía todos los vuelos y el tránsito de pasajeros durante dos semanas.
El aeropuerto de Dubái es un núcleo de conexiones crucial entre los países occidentales y los de Asia y Oceanía. La suspensión de las escalas allí afecta a pasajeros de todo el mundo.
La enfermedad COVID-19 que provoca el virus solo causa síntomas leves como fiebre y tos para la mayoría de la gente, que se recupera en unas semanas. Pero es muy contagiosa y puede ser grave en algunos pacientes, especialmente ancianos y personas con sistemas inmunológicos débiles. La gente puede portar y contagiar la enfermedad sin mostrar síntomas.
Más de 331.000 personas se han infectado en todo el mundo y más de 14.400 han muerto. Casi 100.000 se han recuperado ya.
Siria tiene estrechos lazos con Irán, que es un aliado clave del gobierno en la guerra civil, y es habitual que los peregrinos chiíes viajen entre los dos países. El Ministerio sirio de Salud reportó el domingo por la noche el primer caso de coronavirus en zonas controladas por el gobierno, señalando que se trataba de una mujer de 20 años que había llegado de otro país, sin dar más detalles.
El sistema sirio de salud ha quedado arrasado por casi diez años de guerra, que ha desplazado a millones de personas y provocado una pobreza rampante. Hospitales y clínicas de todo el país han quedado dañados o destruidos. Además, el gobierno está sujeto a duras sanciones internacionales por sus acciones durante la guerra.
El lunes entró en vigencia un toque de queda sin fecha límite en zonas del norte y el este de Siria, controladas por una administración civil de liderazgo kurdo. En un primer momento no estaba claro cómo afectaría la medida a los cientos de tropas estadounidenses destinados en la región.
Gaza, donde dos personas dieron positivo a su regreso de Pakistán, lleva bajo un bloqueo israelí y egipcio desde que el grupo armado islamista Hamas arrebató el control del territorio a fuerzas palestinas rivales en 2007.
El territorio costero tiene más de 2 millones de habitantes, pero apenas 60 respiradores, y todos salvo 15 están ya en uso, según Abdelnasser Soboh, director de la oficina en Gaza de la Organización Mundial de la Salud.
Afganistán reportó el domingo su primera muerte, un hombre en la cuarentena. El país devastado por la guerra ha reportado 34 casos confirmados.
En Pakistán, que ha reportado más de 800 infecciones y cuatro muertes, las autoridades pidieron a la gente que se pusiera en cuarentena voluntaria dos semanas. El gobierno dijo confiar en que no hiciera falta ordenar restricciones al movimiento.
Mucha gente parecía estar ignorando el consejo y seguir con su rutina diaria, con mascarillas que ofrecían poca o ninguna protección. Otros recurrieron a compras de pánico por temor a que se impusiera un toque de queda.
Casi todos los viajes en Pakistán se han vinculado con viajes a Irán. Las autoridades pusieron en cuarentena a más de 2.500 personas llegadas de Irán, en su mayoría peregrinos, y les estaban haciendo pruebas del virus.
En Egipto, la televisora estatal anunció que el mayor general Safea Abdel-Halim Dawood, que participó en labores para desinfectar espacios públicos en los últimos días, había muerto por el virus. El domingo se anunció la muerte de otro oficial que había participado en esas tareas. Egipto tenía unos 330 casos y 16 muertes.
___
Mroue informó desde Beirut. Los periodistas de Associated Press Joseph Krauss en Jerusalén; Nasser Karimi en Teherán, Irán; Munir Ahmed en Islamabad; Samy Magdy en El Cairo y Aya Batrawy en Dubái, Emiratos Árabes Unidos, contribuyeron a este despacho.