Indonesia frena acto religioso, pone a 9.000 en cuarentena
MAKASSAR, Indonesia (AP) — Indonesia detuvo el jueves una celebración con cerca de 9.000 peregrinos musulmanes, los puso en cuarentena y chequeó su salud para tratar de frenar los contagios por el nuevo coronavirus.
El acto religioso de cuatro días, que debía comenzar más tarde el jueves en un internado en una zona rural del sur de la isla de Sulawesi, no contaba con el permiso de las autoridades y provocó temores a la propagación del virus en la cuarta nación más poblada del mundo.
Estaba organizado por Jamaat Tabligh, un movimiento misionero musulmán que hace tres semanas celebró un acto masivo en Malasia que está ligado a casi dos tercios de los 790 contagios en ese país, y a docenas de casos más en otras naciones.
Los equipos médicos que controlaron a los más de 8.600 participantes encontraron a un residente en la zona con fiebre que fue trasladado a un hospital, dijo el gobernador de Sulawesi Sur, Nurdin Abdullah.
“Hemos trabajado duro para gestionar este problema, implicando a líderes religiosos y a las fuerzas de seguridad. Les hemos dicho a los peregrinos que estamos en estado de emergencia por el coronavirus y que solo la disciplina común puede romper la propagación del COVID-19”, dijo Abdullah refiriéndose a la enfermedad provocada por el virus.
La decisión se tomó luego de que Indonesia, que tiene más de 267 millones de habitantes, reportó seis decesos más para un total de 25, la cifra más alta en el sudeste asiático. Además confirmó su mayor repunte en el número de contagios, con 82 en un día para un total de 309.
Fotografías y videos publicados en redes sociales por algunos asistentes mostraron largas filas de tiendas de campaña improvisadas de color azul en los terrenos una escuela. Los devotos, vestidos con túnicas blancas largas y solideos sentados unos junto a otros o durmiendo en colchones en el suelo.
Sentot Abu Thoriq, miembro del comité organizador, lamentó la cancelación, dijo que se pidió a la gente enferma que no acudiese y apuntó que los asistentes pasaron controles en los aeropuertos y puertos del país. El jefe de la institución dijo más tarde que aceptaban la decisión.
Según Abdullah, 411 personas procedentes de nueve países incluyendo Malasia, Singapur y Arabia Saudí, cumplirán la cuarentena en un hotel y podrán regresar según la fecha de sus boletos. Los indonesios serán escoltados a sus casas o quedarán aislados en un centro gubernamental, pero el confinamiento por 14 días es obligatorio una vez lleguen a sus casas, dijo.
La rápida decisión de Indonesia podría ayudar a prevenir un brote como el de Malasia, que el miércoles cerró sus fronteras, escuelas, negocios y oficinas gubernamentales por dos semanas. Un malasio que acudió al evento fue uno de los dos fallecidos en el país.
En otro multitudinario acto religioso, católicos asistieron el jueves a la ordenación de un nuevo arzobispo en una remota localidad de la isla de Flores. De acuerdo con los organizadores, acudieron unas 4.000 personas de todo el país, aunque las autoridades rebajaron la cifra a unas 1.000.
Imágenes de la ceremonia publicadas en redes sociales mostraron a gente en el interior de la catedral de Ruteng, sin respetar la distancia de seguridad. Un residente de la localidad, Sebastian Rida, contó que las autoridades pidieron a los invitados que usaran mascarillas y guantes, pero no todo el mundo lo cumplió.
Las medidas para contener el coronavirus hicieron que los actos religiosos tuvieran menos asistentes en muchos lugares.
Muchos musulmanes creen en la protección divina contra la pandemia. En Bangladesh, de mayoría musulmana, las autoridades estaban investigando una oración no autorizada a la que acudieron unas 25.000 personas para pedir la protección de Alá.
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Ng informó desde Kuala Lumpur, Malasia. Los periodistas de The Associated Press Julhas Alam en Daca, Bangladesh, y Edna Tarigan en Yakarta, Indonesia, contribuyeron a este despacho.
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