Guatemala frena deportaciones y traslados desde EEUU
CIUDAD DE GUATEMALA (AP) — El coronavirus hizo lo que el gobierno de Guatemala no pudo: frenar las deportaciones y los traslados de centroamericanos que llegan al país diariamente desde Estados Unidos.
El gobierno guatemalteco canceló dos vuelos programados para el martes con guatemaltecos deportados y anunció la suspensión temporal de los traslados de centroamericanos bajo un acuerdo de cooperación con Estados Unidos mientras dure el estado de calamidad impuesto para evitar la propagación del COVID-19, que ya cobró la vida de una persona y del que hay otros cinco casos confirmados en el país.
Pedro Brolo, ministro de Relaciones Exteriores, dijo el martes que se suspendía el regreso de hondureños y salvadoreños debido a la pandemia. “A partir de hoy quedan suspendidos todos los vuelos de retornados... mientras dure el estado de calamidad”, agregó.
Su oficina señaló poco antes que se trata de una “medida cautelar” que se mantendrá mientras se establecen protocolos sanitarios para que los deportados y trasladados puedan ser llevados a sus comunidades. Debido a la pandemia de COVID-19, las autoridades guatemaltecas suspendieron el servicio de transporte público.
Brolo explicó que se harán entre cuatro a cinco chequeos a los migrantes deportados, desde su salida de Estados Unidos hasta su llegada a Guatemala, “para garantizar que todos los guatemaltecos que vengan retornados al país no vengan enfermos”.
Desde noviembre 939 centroamericanos han sido trasladados -579 hondureños y 360 salvadoreños- bajo el acuerdo que les permite solicitar asilo en Guatemala. De éstos, 57 lo hicieron pero sólo 20 han continuado el trámite. El resto habría vuelto a sus países de origen.
La administración de Donald Trump ha puesto un mayor énfasis en el retorno de los migrantes a Guatemala como parte de su política represiva más amplia en la frontera entre Estados Unidos y México.
Decenas de miles de personas de Guatemala, El Salvador y Honduras han cruzado la frontera entre esos países en los últimos años buscando asilo o huyendo de la violencia y la pobreza de su lugar de origen.
El Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos generalmente opera varios vuelos semanales para los guatemaltecos que son deportados. Esos vuelos suelen provocar protestas esporádicas en los aeropuertos estadounidenses de parte de los opositores a la política migratoria de Trump.
Esta semana había previstos 10 vuelos de los cuales dos se cancelaron el martes y el resto quedó sujeto a medidas más restrictivas de prevención contra el virus de parte de las autoridades estadounidenses y de soluciones en Guatemala para que los migrantes puedan movilizarse a sus comunidades de forma segura.
La administración de Trump dice que llevar migrantes de otros países a Guatemala es fundamental para desalentar a las personas a abandonar la región y tratar de ingresar a Estados Unidos.
La Unión Estadounidense de Libertades Civiles y otros grupos de derechos civiles han demandado que se detengan el de Guatemala y acuerdos similares que Estados Unidos ha alcanzado con El Salvador y Honduras.